Artículos en Curas

Al servicio del Pueblo de Dios,asamblea santa, comunidad sacerdotal

Otra vez en Juanjuí

por: F.P. cmf en Cartas de un misionero el
Así llego de nuevo a Juanjuí, con una maleta ingenua en mis manos que nada o casi nada interesa a la mayoría, y con una cruz desnuda y de madera en mi bolsillo.

Pequeñeces

por: F.P. cmf en Cartas de un misionero el
Quizás cuando uno goza más de todo es cuando acepta lo cotidiano y construye con ello su propia dicha y la de los demás.

Ah, el misionero

por: F.P. en Cartas de un misionero el
Me gusta esta frágil barca en la que voy, y hasta deseo el miedo del pescador indefenso y desprovisto, sin nombre y sin historia importante que recordar luego.

Sobre Dios

por: F.P, cmf en Cartas de un misionero el
Dios no juzga, sólo salva. Él se anda siempre por los andamios del hilo débil de cualquiera de sus hijos, sobre todo de sus hijos más pobres. Él no se parece al dios en que pensamos tantas veces.

Hombres así

por: F.P. en Cartas de un misionero el
No quiero echaros nada en cara; no quiero herir más a los que ya estáis heridos. Algún día escribiréis algún poema, leeréis libros y el domingo se introducirá en vuestro calendario.

Eucaristía en lejanía

por: F.P. en Cartas de un misionero el
El mismo Dios del mensaje que les llevo, aparece tímido para no golpearlos más con lecciones o teorías: el Dios de ningún desarrollo, sino el de la vida; solamente de eso: de la vida, de los hombres.

Todo lo que amo

por: F.P. en Cartas de un misionero el
Amo esos ojos desnutridos y tantos pies descalzos que me han enseñado a descalzar los míos. Una iglesia, unos pueblos de alma al descubierto que intentan experimentar en sus vidas el don de la Verdad que es el Evangelio.

La Iglesia

por: F.P. en Cartas de un misionero el
Esa tarea nos fatiga, pero como eso es lo que la Iglesia y los hombres de América necesitan, nos entregamos gustosos a ese desgaste silencioso de haber quemado la vida sin apenas haber hecho ruido.

Amanece

por: F.P. en Cartas de un misionero el
Cuando amanece, los tambos de la pena se colorean de azul y humean por el fuego de leña ya encendido en su interior.

Inundaciones

por: F.P. en Cartas de un misionero el
Estar, siempre y sólo estar: lo nuestro. Oidores de penas y lamentos, aunque también participantes en tantas pequeñas resurrecciones diarias de los pobres. Pero siempre y sólo eso: estar.

Por el río hacia los pueblos

por: F.P. en Cartas de un misionero el
¡Tantas idas y venidas con Dios en la mochila! Porque Dios, solamente Él, es quien les visita eficazmente en esa agua de bautismos aparentemente sin sentido, pero asidero único para encontrar ellos salvación.

10. Atrévete a ser padre

por: Gonzalo Fernandez Sanz cmf en Decálogo del Evangelizador el
¿Y si fuera esta falta de padres una de las causas principales de la orfandad espiritual que padecemos? ¿Cómo caer en la cuenta de que el evangelizador, cuando anuncia la Palabra, está ejerciendo una paternidad que contribuye a que nazca la iglesia?

Homilías, o me lías.

por: Alberto Piñero - www.forumlibertas.com - Religión en A debate el
En el peregrinar por los templos se oyen homilías de diversos tonos, lo que no acabo de estar seguro de que sea obra del Espíritu, que sopla donde quiere, o de los hombres, en quienes más bien sopla donde le dejan.

7. No robarás la esperanza

por: Gonzalo Fernandez Sanz cmf (Misión Abierta) en Decálogo del Evangelizador el
En la iglesia se ora, expresión suprema del creer. En el hospital se cura, manifestación inteligible del amar. ¿Dónde, sin embargo, se yergue en nuestros pueblos un monumento a la esperanza?