
Comentario al Evangelio del domingo, 5 de febrero de 2023
Ya lo hemos escuchado muchas veces. Ya nos sabemos que tenemos que ser sal de la tierra, luz del mundo, ciudad en lo alto de un monte y lámpara en el candelero. Esta es de esas parábolas que necesitan pocas explicaciones.Pero hoy, mientras meditaba el texto evangélico para escribir estas palabras, el Espíritu me ha hecho fijarme en el modo que tiene Jesús de decir todas estas cosas: «SOIS».