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El civismo ha abandonado el edificio

El civismo ha abandonado el edificio

¿Por qué ya no nos llevamos bien unos con otros? ¿Por qué se da una polarización tan amarga en nuestros países, nuestros vecindarios, nuestras iglesias e incluso en nuestras familias? ¿Por qué nos sentimos tan inseguros en muchas de nuestras conversaciones en las que nos ponemos constantemente en precaución para no pisar ninguna mina política, social ni moral?

La exuberante energía de Dios

La exuberante energía de Dios

Visto todo, creo que crecí con un concepto de Dios relativamente sano. El Dios de mi juventud, el Dios en que fui catequizado, no era indebidamente castigador, arbitrario ni justiciero. Por supuesto, era omnipresente, a fin de que todos nuestros pecados fueran...

Volvernos locos o volvernos santos

Volvernos locos o volvernos santos

volverme loco o volverme santo. Cuanto más viejos nos hacemos, tanto más nos damos cuenta de qué verdad es eso, cómo finalmente esa es la opción impuesta a todos nosotros, tanto por la manera de que estamos hechos como por las limitaciones inherentes a la vida misma. ¿Por qué? ¿Hay algo equivocado en la vida y en nosotros? ¿Por qué no podemos encontrar en alguna parte un espacio tranquilo, entre lo loco y lo santo?

El civismo ha abandonado el edificio

El civismo ha abandonado el edificio

¿Por qué ya no nos llevamos bien unos con otros? ¿Por qué se da una polarización tan amarga en nuestros países, nuestros vecindarios, nuestras iglesias e incluso en nuestras familias? ¿Por qué nos sentimos tan inseguros en muchas de nuestras conversaciones en las que nos ponemos constantemente en precaución para no pisar ninguna mina política, social ni moral?

La exuberante energía de Dios

La exuberante energía de Dios

Visto todo, creo que crecí con un concepto de Dios relativamente sano. El Dios de mi juventud, el Dios en que fui catequizado, no era indebidamente castigador, arbitrario ni justiciero. Por supuesto, era omnipresente, a fin de que todos nuestros pecados fueran...

Volvernos locos o volvernos santos

Volvernos locos o volvernos santos

volverme loco o volverme santo. Cuanto más viejos nos hacemos, tanto más nos damos cuenta de qué verdad es eso, cómo finalmente esa es la opción impuesta a todos nosotros, tanto por la manera de que estamos hechos como por las limitaciones inherentes a la vida misma. ¿Por qué? ¿Hay algo equivocado en la vida y en nosotros? ¿Por qué no podemos encontrar en alguna parte un espacio tranquilo, entre lo loco y lo santo?