Y a vosotros, lectores de esta experiencia misionera…
Lo único que he hecho con estas ‘notas’ es ejercer de cronista de la vida. Por eso, aunque tenga que despedirme, seguid vosotros impartiendo cariño.
EVIDENCIA y agradecimiento
Ustedes son, querido pueblo mío, los instrumentos que Dios ha utilizado para que tanta paz, tanto vértigo, tanta confianza… tanta alegría, tanta limpieza… tal pan y agua tan preciosa… pudiéramos compartirlos. Gracias. ¡Nunca, nunca jamás les olvidar
Así me despedí de mi gente de la selva.
Todo nos lo hemos dicho, cada día, en esa experiencia de haber vivido unidos.
Certezas
Tú mismo con inmensa alegría comienzas también a darte, para procurar que la vida sea un tierno juego
entre todos los seres humanos, aquí en la tierra.
¿Qué horrores seguimos viviendo?
Desde ella –desde la cruz- se puede perdonar; desde ella se puede anunciar la paz e intentar vivir ese amor que no es humano.
Contrapunto.
Siempre hay un niño que te saluda al cruzarte con él por un camino. Hay un plato de comida compartido bajo un techo humilde. ¡Cuántas cosas hay más fuertes que la desesperanza!
Y a vosotros, lectores de esta experiencia misionera…
Lo único que he hecho con estas ‘notas’ es ejercer de cronista de la vida. Por eso, aunque tenga que despedirme, seguid vosotros impartiendo cariño.
EVIDENCIA y agradecimiento
Ustedes son, querido pueblo mío, los instrumentos que Dios ha utilizado para que tanta paz, tanto vértigo, tanta confianza… tanta alegría, tanta limpieza… tal pan y agua tan preciosa… pudiéramos compartirlos. Gracias. ¡Nunca, nunca jamás les olvidar
Así me despedí de mi gente de la selva.
Todo nos lo hemos dicho, cada día, en esa experiencia de haber vivido unidos.
Certezas
Tú mismo con inmensa alegría comienzas también a darte, para procurar que la vida sea un tierno juego
entre todos los seres humanos, aquí en la tierra.
¿Qué horrores seguimos viviendo?
Desde ella –desde la cruz- se puede perdonar; desde ella se puede anunciar la paz e intentar vivir ese amor que no es humano.