La vida consagrada debe estar alerta para descubrir y acoger las innovaciones, los frutos de la creatividad humana. Sobre todo, le interesa, la socialización de los avances para que no queden únicamente en manos de los poderosos.

La vida consagrada debe estar alerta para descubrir y acoger las innovaciones, los frutos de la creatividad humana. Sobre todo, le interesa, la socialización de los avances para que no queden únicamente en manos de los poderosos.
Lo que cambia no es lo que hacemos, sino el modo de hacerlo: seguimos enviando cartas, pero ahora lo llamamos “emails”. Seguimos escribiendo, pero ahora lo hacemos no con la pluma, o la máquina de escribir, sino con el ordenador.
En los últimos veinte años, es decir, desde el 1989 hasta hoy, nuestras sociedades se han visto sorprendidas por innovaciones espectaculares en el ámbito de la información, del conocimiento y de la comunicación.
En su misión pastoral la Iglesia ha ido emanando documentos que nos han ido acompañando en el gran proceso de mundialización en que nos hemos visto envueltos en estos últimos años: nos han planteado valores y también reservas morales.
Desde hace unos años se oyen en la Iglesia voces que piden a cada cristiano, a cada forma de vida o de ministerio que cuide su identidad
Resulta sorprendente constatar la variedad de rostros “sacerdotales”que existe actualmente en la Iglesia católica.
"No sabemos orar como conviene", decía san Pablo en la carta a los Romanos. Nadie podría enseñarnos a orar como Jesús y, por eso, le suplicamos como sus discípulos: "Señor, enséñanos a orar".
Hubo un tiempo en que la gente cantaba mientras trabajaba, tocaba música con sus amigos, cantaban a quien amaban. Las canciones se transmitían de generación en generación
¿Qué futuro tienen los Sacramentos aquí en Europa, cuando se dice que estamos entrando en un mundo que ha dejado de ser cristiano, religioso y, en consecuencia, ha dejado de ser sacramental y ritual?
Dios es invisible y eso nos confunde. ¿Cómo amar a quién no vemos? ¿Es cuestión de imaginárselo? Son las realidades cercanas, próximas, tangibles, las que acaparan nuestra afectividad y nuestros sentimientos.
La Jornada Mundial de la Juventud es un gran acontecimiento eclesial. Su celebración se debe a la iniciativa del Papa beato Juan Pablo II. En sus diversas ediciones se ha convertido en un momento de inspiración, creatividad artística, espiritualidad, encuentro entre jóvenes de todos los continentes