Cuaresma 2025 | Proclade
No es ajeno nuestro Dios a todos los lutos de la humanidad doliente, a todo el clamor de la tierra maltratada, a todos los sufrimientos de sus «pequeños»

Cuaresma 2025 | Proclade
No es ajeno nuestro Dios a todos los lutos de la humanidad doliente, a todo el clamor de la tierra maltratada, a todos los sufrimientos de sus «pequeños»
Cuaresma 2025 | Proclade
Cuando el corazón está latiendo a ritmo evangélico no se necesitan «signos» ni especiales, ni espectaculares; no se reclaman milagros, ni hechos tumbativos… en la «normalidad» se atisba lo trascendente; en lo cotidíano se adelanta el futuro prometido.
Cuaresma 2025 | Proclade
En los secarrales, en los desiertos de la vida, en los áridos terrenos del corazón, en las cíclicas sequías de la vida eclesial y de la misión evangelizadora… el cielo no está sellado, no está clausurado.
Cuaresma 2025 | Proclade
Hay posibilidad de dejar la ceguera, la miopía, la vista cansada, el enfoque acostumbrado, la distorsión.
Cuaresma 2025 | Proclade
La Cuaresma no es una obligación. No es simplemente «lo que toca» un año más. Es una ocasión, es una oportunidad.
La cuaresma es un tiempo propicio para tomar decisiones importantes. Es la oportunidad de convertirse a los mejor de sí mismo. Pone delante de nosotros la novedad apasionante del proyecto de vida de Jesús.
Cuaresma 2025 | Proclade
Hay gritos, demandas que traspasan los siglos y atraviesan todas las geografías.
Cuaresma 2025 | Proclade
Nos gusta que nos regalen el oído. Nos sentimos cómodos escuchando a aquellos a los que ya previamente hemos decidido dar crédito.
Cuaresma 2025 | Proclade
Nos toma, nos lleva… ascendemos. Necesitados de des-contaminación de ruidos, de estímulos, de pantallas, de protocolos, de unidireccionalidad…
Cuaresma 2025 | Proclade
Aunque te topes con esos límites tan «humanos»: porque eso «no te lo pide el cuerpo», porque «una cosa es ser bueno y otra ser idiota», porque «¡es que eso es mucho, y ya te vale, Señor!»
Cuaresma 2025 | Proclade
Quienes en las pupilas del Maestro hemos podido contemplar los destellos de la cercanía, ternura y misericorDía del Padre, sentimos un bochorno espantoso al descubrirnos revestidos de fariseísmo, de rigorismo, de méritos, de la justicia de la ley.