«Toques» de la Palabra
«…durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado» (Lc. 4, 1)
Cuaresma.
«El Espíritu lo fue llevando». La Cuaresma no es una obligación. No es simplemente «lo que toca» un año más. Es una ocasión, es una oportunidad. ¿Estás dispuesto, dispuesta, a dejarte llevar? ¿De verdad? No te programes. No te marques ya las cosas…
Cuaresma.
Hay esperanza. Con confianza, con libertad, con atrevimiento para soltar y dejarse llevar… Al desierto. Donde estás desnudo, desnuda; sin caretas, sin máscaras, sin roles, sin seguridades, sin tus controles… «Mientras era tentado…». Dejarse guiar, dejarse hacer, consentir… para verte en tu verdad, para el milagro de una mayor libertad.
Plegaria
Señor y Buen Dios:
condúcenos al desierto,
háblanos al corazón.
Despierta nuestra mente y nuestro espíritu
para tener lucidez y sabiduría,
para desandar los caminos torcidos,
entrar por tus mandatos y senderos,
y así crecer en libertad para servirte
en nuestros hermanos y hermanas.