Ciudad Redonda va a ofrecer semanalmente la traducción de la columna de Ron Rolheiser.
                                                            
                                                            Ciudad Redonda va a ofrecer semanalmente la traducción de la columna de Ron Rolheiser.
                                                            ¿Qué pasaría si todos nosotros fuéramos más coherentes? ¿Y si todos nosotros fomentáramos lealtades más amplias?
En la historia de Navidad, hemos vilipendiado y satanizado al dueño de la posada, que rechazó a María y a José, sin dejarles otra opción que cobijarse en un establo y la lección que sacábamos de esto era la necesidad de una mayor hospitalidad en nuestra vida.
Somos seres humanos, no ángeles, y la naturaleza y el instinto conspiran para que fijemos nuestra mirada y nuestro deseo en esta tierra. Lo que nuestros corazones anhelan intensamente son de hecho las personas y cosas de este mundo.
 
¿Por qué preservar el seno de una virgen para el nacimiento del Mesías? ¿Por qué esa obsesión con la pureza en la tradición cristiana?  
A veces, durante un tiempo, el sufrimiento por la pérdida es tan profundo y obsesivo que no hay clínica sicológica, ni terapia, ni palabra religiosa de consuelo, que puedan hacer mucho por nosotros.
Podemos conocer a Dios, pero nunca imaginarlo o encapsularlo en un pensamiento. ¿Por qué no? ¿Por qué nunca podemos formar un retrato de Dios o hablar de Dios de forma adecuada?.