
María, zarza ardiente
Serguei Bulgakov, quizá el mayor teólogo ruso, ha escrito: “La Iglesia Ortodoxa venera a la Virgen María como «más digna de honor que los querubines y mucho más gloriosa, sin parangón, que los serafines». El amor y la veneración de la Madre de Dios es el alma de la piedad ortodoxa, su corazón, que da calor y viviñca a todo el cuerpo”.