En el exilio

Tres clases de espiritualidades
Todos nosotros luchamos, y luchamos de tres modos. Primero, a veces luchamos simplemente para mantenernos, para permanecer sanos, estables y normales, para no caer a pedazos, para no tener nuestras vidas desatadas en el caos y en la depresión. Cuesta un verdadero esfuerzo mantener nuestra normal salud, estabilidad y felicidad.

La diosa de la castidad
La antigua Grecia expresó psicológica y espiritualmente mucho de su sabiduría en sus mitos. No intentaron que estos fueran tomados literariamente ni como históricos, sino como metáfora y como una ilustración arquetípica de por qué la vida es como es y cómo la gente emplea la vida generativa y destructivamente.

El desdichado coste del resentimiento
No es sólo el amor lo que hace girar al mundo. También el resentimiento lo hace girar. De muchos modos, nuestro mundo está ahogándose en resentimiento. Dondequiera que mires -según parece- alguien está amargado por algo y respira resentimiento. ¿Qué es el resentimiento?

Santo permiso para ser humanos y herramientas para manejar la frustración
A veces, ciertos textos de Biblia inducen a preguntarte: ¿Es esto de verdad la palabra de Dios? ¿Por qué está este texto en la escritura? ¿Qué lección contiene? Porque nos dan santo permiso para sentir el modo como a veces sentimos y nos dan santas herramientas para ayudarnos a tratar las deficiencias y frustraciones de nuestras vidas.

Cinco personas que me ayudaron a auto-comprenderme
Aunque crecí en una familia y comunidad llena de afecto y seguridad y de buena crianza, uno de los recuerdos dominantes de mis años de infancia y adolescencia es el de ser inquieto y de algún modo descontento.

Sin padre en lo profundo de nuestro ser
Los antropólogos nos dicen que el “hambre de padre”, un deseo frustrado de ser acogido por nuestros propios padres, es una de las más profundas hambres que hay en el mundo de hoy, especialmente entre los hombres.
Suicidio y salud mental
Cuando era un muchacho soñaba con ser un atleta profesional, pero pronto tuve que aceptar el hecho de que no fui agraciado con el cuerpo de un atleta. Velocidad, fuerza, coordinación, instinto, visión, con las que tuve que arreglármelas en la vida ordinaria que se me había dado de esto, pero no era lo suficientemente fuerte físicamente como para ser un atleta.
Ángeles con hoces y la cólera de Dios
Hay un impactante texto en el Libro del Apocalipsis donde la imagen poética que se usa, a pesar de toda su belleza, puede despistar peligrosamente. El autor escribe allí: “Así que el ángel metió su hoz sobre la tierra y la tierra quedó segada. Echó las uvas en el gran lagar de la cólera de Dios”. ¡Un fiero ángel purificando el mundo! ¡Dios en ardiente ira! ¿Cómo se debe entender eso?
Nuestra inseguridad más honda
¿Por qué no somos más felices? ¿Por qué estamos atrapados por frustraciones, tensiones, iras y resentimientos?
Bregando con el sentimiento de superioridad
Vivimos en un mundo donde casi todo alimenta nuestro complejo de superioridad, y más aún, cada vez se nos dan menos herramientas para combatirlo.
¡Nosotros primero!
“Yo soy ciudadano, no de Atenas ni de Grecia, sino del mundo”. Sócrates escribió esas palabras hace más de veinticuatro siglos. Hoy más que nunca éstas son palabras que necesitaríamos apropiarnos porque, más y más, nuestro mundo y nosotros mismos estamos sumergiéndonos en formas perjudiciales de tribalismo donde nos importa en primer lugar tener cuidado de nosotros mismos.