En el exilio

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Como cristianos, creemos que llevamos la imagen de Dios en nosotros y esta es nuestra más profunda realidad. Hemos sido creados a imagen de Dios. Pero concebimos esta imagen de una forma demasiado ingenua, romantica y piadosa. Imaginamos que en algún lugar dentro de nosotros hay un bello icono de Dios estampado en nuestras almas. Puede ser, pero Dios, tal y como afirma la Escritura, es más que un icono. Dios es fuego -libre, infinito, inefable, incontenible. (Ron Rolheiser, OMI)
Las Múltiples Caras de la Eucaristía

Las Múltiples Caras de la Eucaristía

¿Qué significa la Eucaristía? ¿Cómo debería llamarse? ¿Con qué frecuencia se debería celebrar? ¿A quién se le debe permitir participar plenamente en ella?

El Secreto de una Celda Monacal

El Secreto de una Celda Monacal

Haced con entusiasmo y fidelidad lo que el deber os pide, y eso os va a enseñar lo que necesitáis para saber llegar a Dios.

El Odio y el Evangelio

El Odio y el Evangelio

León Tolstoy dijo una vez: ‘Solo hay un camino para acabar con el mal, y ése es devolver bien por mal’.

Amar a Nuestros Enemigos

Amar a Nuestros Enemigos

Es difícil lograrlo; pero, al fin, es el reto definitivo, a saber, el reto de no odiar a los que se oponen a nosotros, no odiar a nuestros enemigos, seguir mostrando corazón amable y dispuesto al perdón…

Apologética contemporánea

Apologética contemporánea

Un buen apologeta tiene que convertir el pensamiento profundo en accesible, aunque sin empobrecerlo. Tiene que hacer simples las cosas sin ser simplista.

Salvados por el Sacrificio de un Hombre

Salvados por el Sacrificio de un Hombre

Nuestras acciones morales todas dejan una huella, y a veces, si ese acto moral equivale a la desintegración del átomo, ese efecto dura para siempre. La muerte de Jesús desintegró el átomo moral.

Nuestra Conciencia: ¿Rebosante de Bendición o de Maldición?

Nuestra Conciencia: ¿Rebosante de Bendición o de Maldición?

 
Nuestra actitud negativa hacia otros y hacia el mundo revela principalmente lo magullados y heridos, avergonzados y deprimidos que estamos – y revela también las pocas veces que hemos oído a alguien que nos dijera: “¡Eres estupendo, eres mi preferido, estoy a gusto contigo!”

Siguiendo a Jesús – Según la Carta del Espíritu

Siguiendo a Jesús – Según la Carta del Espíritu

 
rabajo yo y me muevo en el ámbito de círculos eclesiásticos y estoy descubriendo que la mayoría de la gente que encuentro ahí es honesta, comprometida y, por lo general, irradia su fe de modo positivo. La mayoría de los que van a la iglesia no son hipócritas.