Érase

Érase

El pequeño ya estaba encandilado. Ya ha­bía rezado de rodillas en la cama, las tres "Ave Marías" y el "Ángel, dulce compañía". Pero impo­sible dormir sin que el papá o la mamá le...
Estímulo para mi propia debilidad

Estímulo para mi propia debilidad

   Lo débil del mundo lo ha elegido Dios, les dice Pablo a los Corintios. ¿Y quién no es débil? Lo que pasa es que, a veces, uno se pone el disfraz de la fortaleza por vergüenza o por no bajar la guardia en la...
La luz no se acaba

La luz no se acaba

 No, la luz no se acaba, si de verdad fue tuya.Jamás se extingue. Está ocurriendo siempre.Mira dentro de ti,con esperanza, sin melancolía.No conoce la muerte la luz del corazón.Contigo vivirá mientras tú seas:no en el recuerdo, sino en tu presente,en el día...
La mayor renuncia

La mayor renuncia

    Dicen que no hay dolor más grande que ver morir a un hijo. Dicen que es lo peor que te pue­de pasar en vida, y que nadie que no lo haya su­frido puede siquiera imaginar lo que se siente. Ni con todo el esfuerzo de su alma y su...