III DOMINGO DE ADVIENTO: (Is 35, 1-6a.10; Sal 145; Sant 5, 7-10; Mt 11, 2-11)
La Liturgia permite abandonar el color morado, para tomar el alivio del color rosado, por haber alcanzado la mitad del camino de Adviento. La invitación a la alegría surge de la esperanza que suscita la venida del Mesías…
II VIERNES DE ADVIENTO: (Is 48, 17-19; Sal 1; Mt 11, 16-19)
¡Qué distinto es saberse acompañado, guiado, esperado, de caminar en solitario, anónimo, sin que nadie sepa de tus anhelos y deseos!
El profeta nos asegura que Dios es nuestro Maestro, nuestro Guía y, Compañero, como lo fue del pueblo de Israel a lo largo de la travesía del desierto.
III DOMINGO DE ADVIENTO: (Is 35, 1-6a.10; Sal 145; Sant 5, 7-10; Mt 11, 2-11)
La Liturgia permite abandonar el color morado, para tomar el alivio del color rosado, por haber alcanzado la mitad del camino de Adviento. La invitación a la alegría surge de la esperanza que suscita la venida del Mesías…
II VIERNES DE ADVIENTO: (Is 48, 17-19; Sal 1; Mt 11, 16-19)
¡Qué distinto es saberse acompañado, guiado, esperado, de caminar en solitario, anónimo, sin que nadie sepa de tus anhelos y deseos!
El profeta nos asegura que Dios es nuestro Maestro, nuestro Guía y, Compañero, como lo fue del pueblo de Israel a lo largo de la travesía del desierto.