En el exilio
Aplastados y heridos: Entender el suicidio
Algunas cosas necesitan ser dichas, y dichas, y dichas de nuevo, hasta que ya no necesiten ser dichas más. Eso lo escribió Margaret Atwood. Lo cito aquí porque cada año escribo una columna sobre el suicidio, y generalmente digo lo mismo cada vez, porque ciertas cosas sobre el suicidio necesitan ser dichas repetidamente, hasta que tengamos una mejor comprensión de él.
¿Por qué permanecer en la Iglesia?
Hace varias semanas, después de dar una charla en una asamblea religiosa, la primera pregunta de la audiencia fue esta: ¿Cómo puedes seguir permaneciendo en una Iglesia que tuvo una parte tan importante en la creación y mantenimiento de escuelas residenciales para la colectividad indígena de Canadá? ¿Cómo puedes permanecer en una Iglesia que hizo eso?
¿Qué hay en el rostro de Dios?
Rezamos estas palabras con sinceridad. ¿Alguna vez las decimos verdaderamente a conciencia? ¿Podemos decir honradamente que las angustias que nos impulsan a arrodillarnos son un anhelo de ver a Dios?
Alegría: una señal de Dios
Sólo existe una verdadera tristeza: ¡no ser santo! El novelista, filósofo y ensayista francés Léon Bloy acaba su novela La mujer pobre con esa frase tan citada. He aquí una cita de Léon Bloy menos conocida que nos ayuda a entender por qué hay tal tristeza en no ser santo. La alegría es una señal segura de la vida de Dios en el alma.
¿Qué me está pidiendo el amor ahora?
Hace varios años, una compañera mía sufrió una aplastante decepción. Su tentación instintiva se orientó hacia la ira, hacia el cierre de una serie de puertas y retirarse. En vez de eso, herida en el espíritu, se hizo la pregunta: ¿qué me está pidiendo el amor ahora?
Una Plegaria Eucarística
Siendo seminarista, un verano tuve el privilegio de asistir a un curso dirigido por el renombrado liturgista Godfrey Diekmann. Esto fue en aquel atrevido tiempo poco después del Vaticano II, cuando estaba muy de moda mirar con recelo las oraciones rituales prescritas y escribir las tuyas propias.
El secreto oculto a los amorales
Según la Biblia, existe un secreto que está escondido a los amorales, conocido sólo por los virtuosos. El Libro de la Sabiduría nos dice que, cuando no somos virtuosos, “no conocemos los ocultos consejos de Dios, ni comprendemos la recompensa de la santidad, ni discernimos el premio del alma inocente”.
La terapia de una vida pública
Hace cuarenta años, Philip Rieff escribió un libro titulado El triunfo de lo terapéutico. En esencia, alegaba que hoy, en el mundo occidental, mucha gente necesita terapia psicológica, principalmente porque nuestra estructura de la familia se ha vuelto débil y muchas estructuras de la comunidad se han derrumbado.
¿Cuándo perdimos el respeto básico de unos a otros?
¿Cuándo lo perdimos? ¿Cuándo perdimos ese sentido profundamente inculcado y sancionado para siempre de que, a pesar de lo mucho que pudiéramos disentir unos de otros o incluso aborrecernos mutuamente, aún necesitamos acordar una básica cortesía, respeto y amabilidad unos con otros?
La ceniza cuaresmal
Entramos en el tiempo de Cuaresma al imponernos la ceniza en nuestras frentes. ¿Qué se simboliza aquí? Quizás el corazón entiende mejor que la cabeza, porque el Miércoles de Ceniza acude a la iglesia más gente que cualquier otro día del año, incluida la Navidad. Las hileras de personas que desean recibir la ceniza son interminables en muchas iglesias. ¿Por qué? ¿Por qué la ceniza es tan popular?
Nuestro mejor regalo de despedida
En su discurso de despedida en el Evangelio de Juan, Jesús nos dice que se marcha pero que nos dejará un regalo de despedida, el regalo de su paz, y que experimentaremos este regalo en el espíritu que nos deje tras de sí.







