Inundaciones
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Estar, siempre y sólo estar: lo nuestro. Oidores de penas y lamentos, aunque también participantes en tantas pequeñas resurrecciones diarias de los pobres. Pero siempre y sólo eso: estar. Artículos en Cartas de un misionero
El calor de ahora
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Mis vivencias se hacen cada vez más interiores, diría que hasta hurañas, como animales nocturnos a quienes cegara la luz. Por el río hacia los pueblos
por: F.P. en Cartas de un misionero el
¡Tantas idas y venidas con Dios en la mochila! Porque Dios, solamente Él, es quien les visita eficazmente en esa agua de bautismos aparentemente sin sentido, pero asidero único para encontrar ellos salvación. Epidemia de meningitis
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Como un fantasma y después de tanto sobresalto político, se nos ha colado en nuestro adelgazado y debilitado pueblo una epidemia de meningitis purulenta Maestra en esas lejanías
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Ella lloraba cuando, en canoa, los nativos la llevaban a su escuela. La lejanía es algo que nos duele; no estamos hechos para ella. ¡Diosito, dónde se meten estos indios del alma!
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Al fin, llegas y descubres el paraíso alejado que estos nativos escogieron para esconder su vivir de otros ojos que buscan nada más y sólo sensaciones o aventura. Disculpas para no escribir
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Porque hay momentos... momentos en los que minutos escasos de un único día se hacen como siglos; y vives tanto en tan poco tiempo, que envejeces sin quererlo. Con dos trozos de rosal...
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Soy admirador sin voz de esa expresión de vida humana que ellos encarnan, tan distinta a la civilización urbana que “domestica” costumbres y “materializa” almas. Caminos, caminos...
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Caminos, caminos... para irse por ellos entre el agua y por el barro... Caminos de sombra, caminos de distancia Tanta escasez
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Hay escasez. Y vivimos este riesgo cada día. Y el pueblo comienza a estar inquieto. E insoportables explotadores que aprovechan estas situaciones para acaparar, monopolizar y encarecer. Gentes debilitadas por tanta lucha y tanto esfuerzo, que ya no pueden Viernes de dolores
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Semana Santa es la vida, lo que sucede cada día, y no el recuerdo de algo muy lejano. Cotidianidad de lo real
por: F.P. en Cartas de un misionero el
Se mueren mucho; se mueren de todas las edades. Y de tan habitual, la muerte ya no les asusta. Chacarero, campesino
(Continuación del relato anterior)
por: F.P. cmf en Cartas de un misionero el
Cuando recorro otros caminos, allí va el chacarero, y otro, y otro: procesión por los caminos. Sus chacras, casi siempre, a muchas horas de distancia. Todos con machete, hasta los niños... para cultivar, para cortar, para defenderse Un día, cualquiera
por: F.P en Cartas de un misionero el
Y la oración se dibuja visible. Qué fácil es llegar después a descubrirle a Él en los que de algún modo se rozarán después contigo: esos pobres. Alimentándome
por: F.P , cmf en Cartas de un misionero el
Todo esto es exótico, por lo menos para mis ojos de europeo, no hechos aún a este espectáculo La primera soledad
por: Francis Pastor en Cartas de un misionero el
Ahora, en casa y solo, con una luz encendida que tendré que apurar con avaricia pues a las once la cortarán, os escribo con todo el peso interior que podéis imaginaros Pero... no soy el que pensáis
por: F.P en Cartas de un misionero el
Ya no asombra nada. Nadie casi invoca. Es banal la noticia, banal el acontecimiento a distancia. Por eso intento que cada vez sean nuevas las palabras que os entrego para compartir con vosotros mis vivencias. Navidad
por: Francis en Cartas de un misionero el
Me iré hacia la Noche silenciosa en la que Dios está a punto, dispuesto para hacerse cercano y presente. Llenaré con su Alborozo todos los recovecos de posible soledad, soledad que pesa tanto.