Necesitamos arder de nuevo, porque nuestra esperanza ya no es fácil. Vivimos en una cultura de pesimismo y decepción en la que Pentecostés ya no puede darse por supuesto.
Necesitamos arder de nuevo, porque nuestra esperanza ya no es fácil. Vivimos en una cultura de pesimismo y decepción en la que Pentecostés ya no puede darse por supuesto.
A primera vista, nos pareceremos a David frente a Goliat, no preparados para la tarea de derrotar a un gigante o de dar suficiente alimento a un mundo hambriento con ganas de comer.
Jesús fue una vez al desierto, durante cuarenta días y cuarenta noches, sin llevar comida y alimentación, ayunó. Se sometió voluntariamente a un ascetismo concebido como una ayuda que le impulsara a lograr un nivel más profundo de comprensión, amor y madurez.
Los hijos nunca son realmente tuyos, independientemente de que seas su madre natural, o su madre adoptiva o su maestra. Ellos tienen sus propias vidas, vidas que tú no posees en propiedad.
Al comenzar el nuevo año 2011, llenos de esperanza y de nuevos propósitos, he aquí diez mandamientos que pudieran servirnos oportunamente mientras caminamos por el largo trayecto de la vida.
Hace más de dos mil quinientos años, Moisés nos dio los Diez Mandamientos. Desde entonces los siglos no han podido ofrecernos, a pesar del movimiento cultural de la Ilustración, ni una sola razón para dudar de la validez e importancia de cualquiera de esos preceptos.
En cada columna he intentado, a mi humilde manera personal, traer de vuelta al hogar a algún desterrado, a algún ‘exiliado’.
Elegir algo con fidelidad es una de las cosas más difíciles que hay en el mundo entero.
Experimentamos el verdadero sentido de la vida solamente cuando estamos muriendo a nosotros mismos y entregando nuestra vida.
¡Cristo ha resucitado, aun cuando no le veamos! No siempre nos damos cuenta de la primavera.
Impresiones ante la muerte de un gran sacerdote y pastoralista.