La espiritualidad más característica de los esposos cristianos la van construyendo en la propia vida de pareja.

La espiritualidad más característica de los esposos cristianos la van construyendo en la propia vida de pareja.
Entiendo mi labor de cura al lado de las familias, ellas me han enseñado cómo tengo que vivir como cura. Y yo me he dejado enseñar.
La fidelidad entre un hombre y una mujer siempre estará amasada con el cemento de la decisión de amar.
Es un medio pastoral que la Iglesia tiene para poder ayudar a los fieles en una situación tan difícil y compleja como es él fracaso matrimonial.
Se trata de no abandonar a estas parejas, sino de acogerlas y ayudarlas, aprovechando para ello-cualquier momento de encuentro.
La mayoría de las parejas sueñan y anhelan ser totalmente el uno para el otro, luchan por vivir en entrega, en fidelidad, en amor creciente.
Ahora ya no solo se celebra la despedida de soltero; ahora celebramos ya las despedidas de casados.
Lo que ven los demás en nosotros es nuestro amor. Así nos sentimos reflejo del amor de Dios en el mundo.
La relación auténtica, a veces, produce dolor. Querer evitarlo a toda costa, refugiándose en la incomunicación, sería un mal negocio.
Se nos insiste a los pastores y a los fieles que suframos y amemos junto con las personas interesadas, debemos ofrecer una ayuda fundada conjuntamente en la verdad y en el amor.
Un cuadro tenebrista también es bello. En él la luces se potencian con las sobras. El claroscuro hace disfrutar a quien lo contempla.