Vuestro amor me sabe a gratuidad en la donación, a ausencia de egoísmo, a acogida hogareña y, en último término, a ternura.

Vuestro amor me sabe a gratuidad en la donación, a ausencia de egoísmo, a acogida hogareña y, en último término, a ternura.
Se pueden señalar más; la pluralidad real de los matrimonios implica diferentes etapas en su evolución.
A pesar de que la vida os ha probado con sus dificultades, no ha sido capaz de venceros en el obstinado proyecto de hacer del amor vuestra razón de vivir.
Dicen irónicamente que la palabra novio viene de ‘no vió’, por aquello de que el amor es ciego.
Al cura también hay cosas que le sientan mal. También él se enfada y se pelea, aunque no tenga mal genio. Hay que atreverse a pelear y a confrontarse.
La relación de pareja es una forma de realización personal. Pero tiene su lógica propia.
Es Navidad cuando avivamos la fe en nuestro amor conyugal.
“La misión de mi vida es hacerte feliz”. Expresiones como ésta suelen utilizarse en declaraciones de amor. Al menos en las películas de amor. Está dentro del arrobamiento que implica la experiencia de enamoramiento. Puede ser que en tiempos posmodernos esta pretensión tenga una reminiscencia demasiado romántica. Puede ser que no conmueva a los jóvenes actuales.
Es frecuente oír decir que el matrimonio es una cuestión de amor. Si se acaba el amor, se acaba el matrimonio.
Hemos pasado de una familia con forma de mesa camilla a una familia con forma de sofá alargado frente a una gran pantalla.
Existen en la vida matrimonial, como en la vida célibe, múltiples esperas cotidianas.