
Este tejido de la vida cotidiana está traspasado de grandes esperanzas. Son las que hacen la vida vital; los que confieren sentido y dan energía para vivir y actuar. La esperanza constituye el principal anhelo y compromiso con la vida humana. La esperanza es coraje y es audacia. Va hasta el fondo. Se refiere a la felicidad y a la totalidad. Nace en el presente y configura el futuro.
La vida matrimonial es un gran signo de esperanza. He escuchado de algunos matrimonios muchas razones de su esperanza. Recuerdo estas 20 razones:
1. Esperamos porque creemos en nosotros
2. Esperamos porque nos amamos
3. Esperamos porque nos necesitamos
4. Esperamos porque crecemos como personas
5. Esperamos porque dialogamos y nos comunicamos
6. Esperamos porque nos desilusionamos
7. Esperamos porque oramos juntos
8. Esperamos porque seguimos soñando y realizando nuestro sueño de novios
9. Esperamos porque nos reconciliamos y nos perdonamos
10. Esperamos porque tenemos memoria de nuestra biografía de pareja
11. Esperamos porque la esperanza no defrauda.
12. Esperamos porque nos hemos prometido y comprometido para siempre
13. Esperamos porque somos sacramento personal de amor en la Iglesia, de la Iglesia y para la Iglesia de Jesús
14. Esperamos porque hacemos el amor en cuerpo y alma
15. Esperamos porque luchamos por ser abiertos, libres y transparentes
16. Esperamos porque no estamos solos en nuestro proyecto de amor
17. Esperamos porque hemos recibido una misión matrimonial única e irrepetible
18. Esperamos porque no vivimos de esperas y somos fecundos
19. Esperamos porque Dios tiene un sueño de amor para nosotros, con nosotros, en nosotros y a través de nosotros.
20. Esperamos porque vivimos nuestra historia de amor bajo la fiel promesa de Dios.
Foto por marfis75




