Artículos en:

En el exilio

26 años ‘En EXILIO’

26 años ‘En EXILIO’

En cada columna he intentado, a mi humilde manera personal, traer de vuelta al hogar a algún desterrado, a algún ‘exiliado’.

La Lucha por la Santidad

La Lucha por la Santidad

Elegir algo con fidelidad es una de las cosas más difíciles que hay en el mundo entero.

Una Espiritualidad de Martirio

Una Espiritualidad de Martirio

Experimentamos el verdadero sentido de la vida solamente cuando estamos muriendo a nosotros mismos y entregando nuestra vida.

Ver la resurrección

Ver la resurrección

¡Cristo ha resucitado, aun cuando no le veamos! No siempre nos damos cuenta de la primavera.

Atormentando al gato (esclavos de la adicción)

Atormentando al gato (esclavos de la adicción)

Vivimos bajo constante presión, de fuera y de dentro, para ver y codiciar más, consumir más, comprar más y empaparnos más de la vida mundana. La presión para aumentar la dosis es constante e implacable. Pero aquí es precisamente donde se nos exige un ascetismo deliberado y reflexivo, tenaz e irrevocable.

Algunos Himnos o Lemas en Apoyo de la Justicia

Algunos Himnos o Lemas en Apoyo de la Justicia

Necesitamos arder de nuevo, porque nuestra esperanza ya no es fácil. Vivimos en una cultura de pesimismo y decepción en la que Pentecostés ya no puede darse por supuesto.

Lanzando los dados sobre el Evangelio

Lanzando los dados sobre el Evangelio

A primera vista, nos pareceremos a David frente a Goliat, no preparados para la tarea de derrotar a un gigante o de dar suficiente alimento a un mundo hambriento con ganas de comer.

El Ascetismo de la presión y del deber

El Ascetismo de la presión y del deber

Jesús fue una vez al desierto, durante cuarenta días y cuarenta noches, sin llevar comida y alimentación, ayunó. Se sometió voluntariamente a un ascetismo concebido como una ayuda que le impulsara a lograr un nivel más profundo de comprensión, amor y madurez.

Niños bajo nuestro cuidado

Niños bajo nuestro cuidado

Los hijos nunca son realmente tuyos, independientemente de que seas su madre natural, o su madre adoptiva o su maestra. Ellos tienen sus propias vidas, vidas que tú no posees en propiedad.

¡No hay eventos!