Artículos en:

En el exilio

Un Drama del Corazón

Un Drama del Corazón

Lo que los evangelios y Jesús subrayan es su soledad moral, el hecho de que él se sentía solo, traicionado, humillado.

Nuestra Lucha en la Fe

Nuestra Lucha en la Fe

Para creer realmente que Dios nos ama incondicionalmente, primero tenemos que matar unos cuantos ‘cananeos’.

Humildad, Ego y Grandeza

Humildad, Ego y Grandeza

La imagen que tenemos de nosotros mismos es demasiado frágil como para permitirnos hacer nada realmente grande.

Entrando en Cuaresma

Entrando en Cuaresma

Para llegar propiamente a la Pascua, tiene que haber primero un tiempo de desierto, cenizas, tristeza y llanto.

Oración: buscando profundidad

Oración: buscando profundidad

En nuestros momentos de mayor reflexión sentimos la importancia de la oración; sin embargo, tenemos que luchar para orar. No nos resulta nada fácil una oración sostenida y profunda. ¿Por qué?

Empatía hacia el Mundo

Empatía hacia el Mundo

Hay una historia, más leyenda quizás que hecho real, sobre un alcalde de una gran ciudad americana, al final de los 60. No era tiempo precisamente afortunado para su ciudad: Enfrentaba bancarrota financiera, los índices de criminalidad escalaban en espiral, su sistema de transporte público ya no era seguro por la noche…

Amor Verdadero: Más que Ingenuidad y Romanticismo

Amor Verdadero: Más que Ingenuidad y Romanticismo

Hace unos años, un ministro presbiteriano conocido retó a sus feligreses a abrir, con mayor compromiso, sus puertas y su corazón a los pobres. Los feligreses respondieron inicialmente con entusiasmo…

La Soledad, su Agonía Final en la Muerte

La Soledad, su Agonía Final en la Muerte

Cuando tenía yo 22 años, seminarista todavía, tuve el privilegio de tener una experiencia excepcional de desierto. Estuve yo en el hospital durante varias semanas, sentado con mis hermanos en una habitación de cuidado paliativo, viendo a mi padre morir.

Amor, Fe y Ritual

Amor, Fe y Ritual

No es fácil mantener vivo el amor, al menos con constante fervor emocional. Malentendidos, irritaciones, cansancio, celos, heridas, diferencias temperamentales, falta de aprecio de lo que se tiene, y el simple aburrimiento, minan invariablemente nuestros márgenes emocionales y afectivos y, pronto, el fervor da paso a la rutina, la ranura se convierte en surco y el amor parece que desaparece.

¡No hay eventos!