Reflexiones para Adviento

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Con anhelo de esposa y de madre:¡Adviento!

Con anhelo de esposa y de madre:¡Adviento!

 Llega un nuevo Adviento. La Iglesia -¡miles de comunidades esparcidas por todo el mundo!- nuestra iglesia globalizada y localizada, se siente esposa, se siente madre. Aparecen en ella las señales de una impaciente espera. Aguarda. Vela. Se muestra inquieta.

Adviento, esperando, esperando

Adviento, esperando, esperando

El curso de la liturgia cristiana pivota so­bre las tres Pascuas: Navidad, Resurrec­ción, Pentecostés. A cada una le precede un tiempo. A la Navidad nos dispone el Adviento, tiempo morado, de color peni­tencial. Dios va a nacer. ¿Cuántas veces he­mos oído hablar del Adviento?

Nuevos carismas del Espíritu en la Iglesia

Nuevos carismas del Espíritu en la Iglesia

¿A dónde va la Iglesia? ¿Qué viento es el que empuja sus velas? ¿En qué se nota que es templo del Espíritu? Hay que explorar su cuerpo histórico para descubrir los movimientos del Espíritu que la impulsan a cruzar las fronteras.

Con anhelo de esposa y de madre:¡Adviento!

Con anhelo de esposa y de madre:¡Adviento!

 Llega un nuevo Adviento. La Iglesia -¡miles de comunidades esparcidas por todo el mundo!- nuestra iglesia globalizada y localizada, se siente esposa, se siente madre. Aparecen en ella las señales de una impaciente espera. Aguarda. Vela. Se muestra inquieta.

Adviento, esperando, esperando

Adviento, esperando, esperando

El curso de la liturgia cristiana pivota so­bre las tres Pascuas: Navidad, Resurrec­ción, Pentecostés. A cada una le precede un tiempo. A la Navidad nos dispone el Adviento, tiempo morado, de color peni­tencial. Dios va a nacer. ¿Cuántas veces he­mos oído hablar del Adviento?

Nuevos carismas del Espíritu en la Iglesia

Nuevos carismas del Espíritu en la Iglesia

¿A dónde va la Iglesia? ¿Qué viento es el que empuja sus velas? ¿En qué se nota que es templo del Espíritu? Hay que explorar su cuerpo histórico para descubrir los movimientos del Espíritu que la impulsan a cruzar las fronteras.