La relación conyugal es uno de los más fuertes motivos y razones para vivir, llena la vida de energía y de felicidad pero también se puede convertir en un infierno.
La celebración de la fiesta litúrgica de la sagrada familia solía pasar bastante desapercibido. Entre Navidad y Año Nuevo la fiesta quedaba aprisionada como un bocadillo.
La relación conyugal es un camino que está hecha de sentimiento y pasión; de fascinación y decisión. Es un camino creciente de fidelidad, fecundidad y felicidad.