No me canso de admirar la labor callada y sonriente de este grupo de mujeres fuertes en la fe, arraigadas en la esperanza y ancladas en el Reino de los más pobres.
En el recuento de esos nombres que dejan una huella por el ejemplo de sus vidas nombraré ahora a Denis Leonel. De vocación: maestro por los cuatro costados. Se desplaza 6 Km todas las mañanas por un sendero empinado que comunica con la aldea Altos de Sula
Preocupados por el clima de violencia que se respira en la sociedad, no se cruzan de brazos; se manifiestan, protestan, asumen los retos de edificar una sociedad mejor.
A muchas personas se les ha endurecido tanto el corazón que casi han perdido la sensibilidad para obrar el bien y no tienen fuerzas para emprender un camino de vuelta a la verdadera libertad, al amor primero.
No todos tienen el privilegio de poder trabajar. Muchos lo hacen en condiciones injustas y deprimentes. El número de hombres y mujeres en desempleo es muy elevado.
Son muchos los que sin ninguna ubicación recorren las calles y las avenidas acostumbrándose a desplazarse de un lugar a otro, consumiendo alucinógenos, desprendiendo malos olores, con reacciones agresivas, a veces con temperamentos violentos; otros más pa
Enfermar es peligroso y poder salir de una enfermedad es un lujo que no todos pueden alcanzar. Estos serán algunos de los calvarios que iré desgranando de una manera generalizada.