
Comentario seglar el Evangelio del Domingo 19 de Septiembre de 2010
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Los seglares que comentan el Evangelio cada domingo, se toman un descanso. En Septiembre se reanuda el servicio habitual.
En AGOSTO ofrecemos cada semana una comentario realizado mientras se disfruta de las vacaciones y en referencia a ellas.
Hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos, esta es la claridad de Jesús, lo que me lleva a pensar en todos aquellos damnificados por las lluvias en Pakistan, la cola de este mundo. ¿Qué podemos hacer?
Hoy os pido, que esta noche y las que vengan después de terminar vuestro día, cojáis de la mano a quién tenéis a vuestro lado y oréis de la misma manera que María, masticando cada palabra del Magnificat
Este domingo Dios se dirige sobre todo a aquellos que tenemos la suerte de recibir mucho. La lectura es de las claritas, Dios exige de manera diferente, a unos más y a otros menos, por eso este tiempo de verano toma su importancia.
Los seglares que comentan el Evangelio cada domingo, se toman un descanso. En Septiembre se reanuda el servicio habitual. En AGOSTO ofrecemos cada semana una comentario realizado mientras se disfruta de las vacaciones y en referencia a ellas.
Todas las madres deseamos lo mejor para nuestros hijos. Y estoy segura que a nosotras también nos gustaría que se sentaran a la derecha y a la izquierda de Jesús. Él nos propone vivir nuestra vida en clave de servicio.
Este texto continúa el capítulo por donde se dejó el domingo anterior, donde Jesús invitó a practicar la misericordia para heredar la vida eterna, poniendo de ejemplo las acciones con la que un samaritano atendió a un asaltado.
Al escoger a alguien mal visto, frente a la buena fama del sacerdote y levita, Jesús hace caer en la cuenta que para tener vida eterna no vale la buena imagen, la opinión de la gente, sino lo que se hace con las obras.
Jesús da instrucciones concretas a los enviados, cuya finalidad es que éstos se centren en el anuncio del Reino de Dios. También les advierte de las dificultades (van como corderos en medio de lobos) y cómo han de reaccionar ante ellas.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Éste es el único milagro narrado por los cuatro evangelistas. Para la festividad del Corpus, interesa su relación con la Eucaristía: las acciones de Jesús con los cinco panes y los dos peces son las mismas de su última cena pascual y las que hoy día se repiten en la Misa.
Este trozo del discurso de Jesús durante su última cena ha sido escogido para la fiesta de la Santísima Trinidad. En él se muestra la unidad del Padre, del Espíritu de la verdad y de Jesús: "Todo lo que tiene el Padre es mío" -afirma Jesús-, y el Espíritu "tomará de lo mío".
Este domingo de Pentecostés la atención se centra en estas palabras de Jesús resucitado: Recibid el Espíritu Santo. Las acompaña el gesto de "exhalar su aliento", las mismas palabras con las que Dios crea al ser humano
Para evitar llegar a ser cristianos “de boquilla”, “light”, “mediocres”… os proponemos que cada día en nuestra oración nos cuestionemos, sobre nuestro modo de ser testigos, sobre nuestra forma de hacer vida la Palabra...
El Espíritu se puede comparar a la luz de una dinamo en la bicicleta. Cuando nos paramos, la luz deja de iluminar. Cuando nos ponemos otra vez en marcha, la luz vuelve a iluminar nuestro camino.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros.
Tal será "la señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos" -por tanto es algo que pide sólo a su comunidad de seguidores