En el exilio
La función antropológica del chisme
En su novela Oscar and Lucinda (Óscar y Lucinda), Peter Carey ofrece esta pintoresca imagen del chisme. El escenario es una pequeña población en la que hay rumores acerca del sacerdote y una determinada joven. He aquí su metáfora:
Desafiando la oscuridad con las luces de Navidad
En los días del apartheid, en Sudáfrica, una de las maneras como la gente expresaba su oposición y su convencimiento de que algún día sería vencido era encender una candela y colocarla en una ventana donde pudiera ser vista por cualquiera que pasara cerca. Una candela encendida, expuesta públicamente, constituía una declaración profética.
Mirando fijamente la luz
En su libro Kitchen Table Wisdom, Stories That Heal (Sabiduría de mesa de cocina: Historias que curan), la doctora en medicina y escritora Rachel Naomi Remen nos cuenta esta historia. Cuando ella tenía 14 años de edad, consiguió un empleo de verano trabajando como voluntaria en una residencia de ancianos. Esto no le resultó fácil. Era joven, tímida y especialmente temerosa de las personas mayores.
El linaje disfuncional de Jesús
La historia completa de cómo Jesucristo vino a nacer incluye elementos que no imaginamos fácilmente cuando cantamos nuestros himnos de Navidad. El árbol genealógico y los lazos de sangre de Jesús estaban lejos de ser perfectos; y esto, según el renombrado erudito bíblico Raymond Brown, necesita ser recordado siempre que seamos inducidos a creer en Jesús pero queramos rechazar a la iglesia a causa de sus imperfecciones, escándalos e historia desgraciada. Jesús puede haber sido concebido inmaculadamente.
La ira de Dios y nuestros sentimientos de culpa y vergüenza
Mi temprana educación religiosa, a pesar de toda su solidez, puso un énfasis demasiado gravoso en el temor de Dios, temor del juicio y temor de no ser nunca lo suficientemente bueno para ser grato a Dios. Interpretó literalmente los textos bíblicos que presentan a Dios airado y enojado con nosotros.
Tienes menos amor en ti ahora que cuando eras joven
El primer capítulo del libro del Apocalipsis contiene un poderoso desafío que está oculto en el lenguaje esotérico global de ese libro. Juan, su autor, hablando en la voz de Dios, dice algo en este sentido: He visto qué duro trabajas, he visto tu fidelidad y tu hambre de la verdad; pero tengo esto contra ti: “tienes menos amor en ti ahora que cuando eras joven”. ¡Eso duele!
No hay ciudad permanente
La Escritura nos dice que en esta vida no tenemos ciudad duradera. Es cierto. Pero, al parecer, tampoco tenemos una casa, una escuela, un vecindario, un pueblo, una dirección con código postal, ni casi nada que sea duradero. Al final, nada dura.
La terapia de una vida pública
Hace más de cincuenta años, Philip Rieff escribió un libro titulado The Triumph of the Therapeutic (“El triunfo de lo terapéutico”). En él debatió que la amplia confianza en la terapia privada ascendió entonces en gran medida en el mundo secularizado porque la comunidad se había descompuesto.
Ortodoxia generosa
Existe un dicho atribuido a Atila el Huno, caudillo del siglo V, infame por su crueldad, que reza de este modo: Para que yo sea feliz, no sólo importa tener éxito; importa también que todos los demás fallen. Sospecho que Atila el Huno no fue el autor de ese dicho; pero no importa, eso nos da una lección.
El buen gusto de la broma y el vino
En la fiesta de las bodas de Caná, María dice a Jesús: No tienen vino, pidiéndole algún remedio. ¿Qué tienen en común el vino y la broma? Ambos proporcionan un extra necesario en nuestras vidas.
La bendición a otros como juego final de la sexualidad
A pesar de que no demasiada gente podría reconocer esto, el movimiento #MeToo es, en esencia, un firme defensor de la castidad. Si la castidad puede ser definida como situarse ante otro con reverencia, respeto y paciencia, entonces casi todo acerca del movimiento #MeToo habla explícitamente de la no-negociable importancia de la castidad, e implícitamente a favor de lo que nuestra sexualidad está destinada en definitiva a hacer, esto es, bendecir a otros más bien que explotarlos.







