En el exilio

Home arrow_carrot 2right icon Espacios arrow_carrot 2right icon En el exilio
Como cristianos, creemos que llevamos la imagen de Dios en nosotros y esta es nuestra más profunda realidad. Hemos sido creados a imagen de Dios. Pero concebimos esta imagen de una forma demasiado ingenua, romantica y piadosa. Imaginamos que en algún lugar dentro de nosotros hay un bello icono de Dios estampado en nuestras almas. Puede ser, pero Dios, tal y como afirma la Escritura, es más que un icono. Dios es fuego -libre, infinito, inefable, incontenible. (Ron Rolheiser, OMI)
Dios No Juzga a Nadie

Dios No Juzga a Nadie

Hay una pregunta sobre la bondad de Dios tan vieja como la religión misma: ¿Cómo puede un Dios que es todo bondad enviar a alguien al infierno para toda la eternidad?

El Amor – Ilusión y Realidad

El Amor – Ilusión y Realidad

La mayoría de los cantos románticos de amor expresan de hecho enfáticamente una frustración o desencanto que viene a ser preludio del amor.

Mujeres Extraordinarias, Historias Extraordinarias

Mujeres Extraordinarias, Historias Extraordinarias

Hay historias fuertes de mujeres fuertes, cada una de ellas con suficiente sabiduría y fe para rebajar el falso sentimentalismo que tan fácilmente puede paralizarnos frente al contratiempo o a la muerte.

Las  Diez Mayores Luchas-de-Fe de Nuestra Era

Las Diez Mayores Luchas-de-Fe de Nuestra Era

A veces el simple hecho de poner nombre a algo puede ser inmensamente útil. Mientras no somos capaces de poner nombre a algo nos sentimos más indefensos ante sus efectos, sin llegar a saber realmente lo que nos está ocurriendo.

Ojos de amor… para ver la primavera y la Pascua

Ojos de amor… para ver la primavera y la Pascua

Cuando tenía yo veintitantos años, pasé un año como estudiante en la Universidad de San Francisco. Justamente acababa de ordenarme sacerdote e intentaba sacar un título de posgrado en teología.

Resurrección: Sobreviviendo a Nuestras Crucifixiones

Resurrección: Sobreviviendo a Nuestras Crucifixiones

Cada sueño, cada ideal, al final acaban crucificados. ¿De qué modo? Por el tiempo, las circunstancias, la envidia; y por ese dictado curioso y perverso  –de alguna manera innato en el orden de las cosas–  que asegura que hay siempre alguien o algo que no puede partir a gusto a solas, sino que, por razones muy suyas, tiene que partir cazando, persiguiendo y golpeando a lo que es bueno.

Temor Santo y No-santo

Temor Santo y No-santo

No todo temor se crea y desarrolla igual, al menos no en el ámbito religioso. Hay un miedo que es saludable y bueno, signo de madurez y de amor. Como hay también un miedo malo, que bloquea la madurez y el amor. Pero esto hay que explicarlo.