El alzar de las manos

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Vigilantes

Vigilantes

Que cada instante de nuestra existencia terrena madure en nosotros la semilla de la fe.

En la muerte de un hermano

En la muerte de un hermano

Señor Jesús, tú que lloraste la ausencia de un amigo, comprendes hoy el dolor de nuestra familia.

Por un hermano enfermo

Por un hermano enfermo

Señor, el que amas está enfermo, y tú vas a curarlo porque eres el médico y la medicina de Dios. Por eso te damos gracias.  Sólo tú posees el secreto de la salud y de la vida.

Vigilantes

Vigilantes

Que cada instante de nuestra existencia terrena madure en nosotros la semilla de la fe.

En la muerte de un hermano

En la muerte de un hermano

Señor Jesús, tú que lloraste la ausencia de un amigo, comprendes hoy el dolor de nuestra familia.

Por un hermano enfermo

Por un hermano enfermo

Señor, el que amas está enfermo, y tú vas a curarlo porque eres el médico y la medicina de Dios. Por eso te damos gracias.  Sólo tú posees el secreto de la salud y de la vida.