
¿Por qué este sufrimiento?
También tú lloraste con lágrimas humanas sobre la tumba de un amigo.
Abandonándolo todo en las manos de Dios. Recuerda que es Padre-Madre en el amor, que todo lo recibe, todo lo perdona, todo lo ilumina, todo lo salva.
También tú lloraste con lágrimas humanas sobre la tumba de un amigo.
Que cada instante de nuestra existencia terrena madure en nosotros la semilla de la fe.
Consentir significa aceptar lo que Dios quiera y en la forma en que lo quiera. Es aceptar su presencia oscura como un ‘acontecimiento’ en el que estoy sumergido y en el que quiero estar anegado.
Señor y Padre mío, ayúdame a comprender la grandeza de lo pequeño.
Cuando está ocurriendo el ‘acontecimiento’ de estar con Dios, no trates de indagar.
Señor Jesús, tú que lloraste la ausencia de un amigo, comprendes hoy el dolor de nuestra familia.
Señor, el que amas está enfermo, y tú vas a curarlo porque eres el médico y la medicina de Dios. Por eso te damos gracias. Sólo tú posees el secreto de la salud y de la vida.
Bajo las olas agitadas del odio, cuánta bondad, Señor, y cuánto amor hay en nuestro mundo.
Salmo de un enfermo del corazón
Sentimos poca necesidad de fundamentar nuestra relación con Dios en la oración.
(Salmo de un deprimido)
Hoy queremos contemplarte en los presos de todas las cárceles del mundo.
Que en cada rostro humano acertemos a descubrir los ojos de un hijo tuyo.
Lo comprobamos nosotros mismos, poniendo la mano sobre nuestro corazón.
Que sepa hacerte visible en el centro de mi comunidad que es la tuya.