El ritmo de la vida de hoy nos va invitando cada vez más a potenciar otras dimensiones más personales y a ir olvidándonos del núcleo familiar que hemos ido formando a través de los años.
La experiencia de Dios se produce desde mi punto de vista cuando tenemos un encuentro con Otro, con Otros y se produce la experiencia de una relación, que se sitúa «más allá» de la propia experiencia.
Así, para que lo sencillo y cotidiano no llegue a convertirse en rutina, es necesario celebrar, impregnar y envolver de trascendencia la sencillez y simplicidad de todos y cada uno de los momentos del día.
Cuando se vive juntos día tras día, uno experimenta la perseverancia como una gracia de Dios; pues si hiciéramos caso de los primeros impulsos, probablemente sintiéramos con frecuencia la tentación de experimentar otros caminos en solitario.
Dios está en la cotidianidad de mi vida. No me espera a una hora fija, sino que simplemente está en mi y en todo lo que me rodea haciéndose notar más o menos.
Mi disposición durante el día es de entrega a los demás, con una visión cristiana de poderles ayudar en los problemas más urgentes que tengan, y sin ningún interés material, más bien deseando el mayor beneficio espiritual a todos los que trate en dicho dí
La espiritualidad no se aprende en los libros sino que se elabora en el vivir cotidiano hecho, aparentemente, de monótonas rutinas, de contactos breves, en los que muchas veces funcionamos más que vivimos.
Durante algún tiempo la espiritualidad ha estado reservada a los «profesionales» de la religión. Tenía que ver con la búsqueda de la perfección. Actualmente está adquiriendo un sentido más amplio y realista. Son espirituales las personas que viven con sen
Enero y agosto son meses de rebajas. En cuanto los grandes almacenes abren sus puertas, una riada humana invade todos los departamentos. Se tata de comprar. Pero, ¿qué? No importa. Basta darse una vuelta. Al final, pocos salen con las manos vacías. Por el
Recién llegado de África, nos envía el autor esta Conferencia pronunciada en el II Foro Mundial de Teología y Liberación celebrado en Nairobi (Kenya), del 16 al 19 de enero de 2007 que dedica a los niños de Kibera.
Necesitamos aprender a mirar para poder ver. Porque las miradas superficiales sólo nos informan de la apariencia de las cosas y en nuestra sociedad del espectáculo, de la fachada, del culto a la imagen, parece que todo se redujera a la superficialidad de