Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
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Afrontar nuestros momentos duros
El discernimiento no es una cosa fácil. Toma este dilema: Cuando nos encontramos en una situación que nos está causando profunda angustia interior, ¿nos marchamos, asumiendo que la presencia de tal dolor es un indicio de que este no es el lugar adecuado para nosotros, que al fin algo hay aquí fuera de lugar?
Evangelio Seglar para el Domingo de la Ascensión (24 de mayo de 2020)
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Dejar tras nosotros la paz como nuestro regalo de despedida
No hay nada como una buena muerte, limpia; una muerte que, aunque triste, deje detrás una sensación de paz. He sido testigo de ello muchas veces. En ocasiones, esto es reconocido explícitamente cuando alguien muere; otras veces, inconscientemente. Se conoce por su fruto.
Evangelio Seglar para el Domingo Sexto de Pascua (17 de mayo de 2020)
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Fiebre
John Updike, después de recuperarse de una seria enfermedad, escribió un poema que llamó Fiebre. Acaba de este modo: Pero es una verdad largamente conocida que algunos secretos están ocultos a la salud.
La Utopía, con límites
Cuando yo era niño, había una canción popular cuyo estribillo repetía esta frase: Everyone is searching for Utopia (Todos buscamos la Utopía). Sí, todos la buscamos. Todos nosotros ansiamos un mundo sin límites, una vida en la que nada vaya mal, un lugar en el que no haya tensión ni frustración. Pero eso nunca se da. No existe tal lugar.
La naturaleza de Dios – ¿Gozo o cruz?
Es sorprendente dónde puedes aprender una lección y capturar una ráfaga de lo divino. Recientemente, en una tienda de alimentación, fui testigo de este incidente: Un joven, probablemente de unos 16 años de edad, junto con otras dos chicas de su misma edad, entraron en la tienda.
Una buena muerte
En la cultura católica romana dentro de la que crecí, se nos instruía para orar por una buena muerte. Para muchos católicos de aquel tiempo, esta fue una petición estándar dentro de su oración diaria: “Pido una buena muerte”.
Nuestro miedo al infierno
El infierno no es la desagradable sorpresa que le espera a una persona básicamente feliz. El infierno solo puede ser el fruto maduro del orgullo y la autosuficiencia que, a lo largo del tiempo, ha retorcido el corazón tan hasta el fondo hasta llegar a considerar la felicidad como infelicidad,..
Suicidio y salud mental
Cuando era un muchacho soñaba con ser un atleta profesional, pero pronto tuve que aceptar el hecho de que no fui agraciado con el cuerpo de un atleta. Velocidad, fuerza, coordinación, instinto, visión, con las que tuve que arreglármelas en la vida ordinaria que se me había dado de esto, pero no era lo suficientemente fuerte físicamente como para ser un atleta.