Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.

Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Existen incontables personas, basílicas, iglesias, santuarios, seminarios, conventos, ciudades y urbes que tienen por nombre San José. Mi país nativo, Canadá, lo tiene por patrón. ¿Quién es exactamente este José?
En los días del apartheid que se dio en Sudáfrica, los cristianos tenían la costumbre de encender candelas y colocarlas en sus ventanas como un signo, para ellos y los demás, de que confiaban en que algún día esta injusticia llegaría a su fin. Una candela encendida en una ventana era un signo de esperanza y de declaración política. El gobierno no pasó por alto el mensaje.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Después de todo, nuestras vidas no son tan serenas ni pacíficas. Por decirlo de algún modo, siempre somos algún tanto patéticos. Eso no debería alarmarnos. Patético no es un término peyorativo. La palabra proviene del griego pathos, que significa dolor. Estar patético es vivir dolorido, y todos nosotros vivimos así por el modo mismo como estamos hechos.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
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