Nuestra lucha por la celebración adecuada
No sabemos celebrar las cosas como deben ser celebradas. Queremos hacerlo, pero por lo común no sabemos cómo. Generalmente lo celebramos mal. ¿Cómo lo celebramos de ordinario? Exagerando las cosas; realizando muchas de las cosas que hacemos ordinariamente: bebiendo, comiendo, conversando, cantando y divirtiendo, y llevando esto a la exageración.
Lecciones a causa del fracaso
¿Qué hay que aprender de nuestro fracaso, de ser humillados a causa de nuestras propias culpas? Generalmente, esa es la única manera como crecemos. Al ser humillados por nuestras propias insuficiencias, aprendemos esas lecciones de la vida a las que somos sordos nos cuando pavoneamos llenos de seguridad y orgullo.
Evangelio Seglar para el Domingo 2º de Cuaresma (17 de marzo de 2019)
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Relaciones inacabadas
Un compañero mío, terapeuta clínico, me cuenta esta historia: Una mujer acudió a él con una considerable angustia. Su esposo había muerto recientemente de un ataque de corazón. Su muerte había sido repentina y en un momento muy inoportuno. Habían estado felizmente casados durante treinta años y, durante todos esos años, nunca habían tenido una considerable crisis en su relación.
Luchando dentro de nuestra propia piel
He sido a la vez bendecido y maldecido por una inquietud congénita que no siempre me ha hecho fácil la vida. Me acuerdo siendo niño correteando incansablemente por la casa, el patio, y después por lo abiertos campos de la finca de mi familia, en las praderas.
Una derrota honrosa
En 1970, la afamada escritora británica Iris Murdoch escribió una novela titulada A Fairly Honorable Defeat (Una derrota bastante honrosa). La novela tenía numerosos personajes, buenos y malos, pero al fin tomó su título de las peripecias de uno de ellos, Tallis Browne, que representa todo lo que es decente, altruista y moral entre los diferentes personajes.
Dejar el falso temor
Recientemente, en una entrevista de radio, me preguntaron: “Si Vd. estuviera en el lecho de muerte, ¿qué querría dejar tras de sí como sus últimas palabras?” La pregunta me pilló momentáneamente de sorpresa. ¿Qué querría dejar yo como mis últimas palabras?
Evangelio Seglar para el Domingo 19 del Tiempo Ordinario (9 de agosto de 2020)
En agosto ofrecemos cada semana un comentario realizado mientras se disfruta de las vacaciones y en referencia a ellas.
No cerrar con llave nuestras puertas
En su libro El Secreto, Rene Fumoleau tiene un poema titulado Pecados. Fumoleau, un sacerdote misionero que estaba con el pueblo Dene en el norte de Canadá, pidió una vez a un grupo de ancianos que dijeran lo que ellos consideraban el peor pecado de todos.
Evangelio Seglar para el Domingo 18 del Tiempo Ordinario (2 de agosto de 2020)
Los seglares que comentan el Evangelio cada domingo, se toman un descanso. En agosto ofrecemos cada semana un comentario realizado mientras se disfruta de las vacaciones y en referencia a ellas.
Sagrado permiso para sentirse humano
Es normal sentirse inquieto siendo niño, solitario siendo adolescente, y frustrado por falta de intimidad siendo adulto; después de todo, vivimos con insaciables deseos de todo tipo, ninguno de los cuales encontrará nunca pleno cumplimiento en esta vida.