No todos tienen el privilegio de poder trabajar. Muchos lo hacen en condiciones injustas y deprimentes. El número de hombres y mujeres en desempleo es muy elevado.

No todos tienen el privilegio de poder trabajar. Muchos lo hacen en condiciones injustas y deprimentes. El número de hombres y mujeres en desempleo es muy elevado.
Todo es violentado, desde las normas de convivencia hasta la vida de las personas. La vida aparece amenazada desde el principio hasta el fin.
Son muchos los que sin ninguna ubicación recorren las calles y las avenidas acostumbrándose a desplazarse de un lugar a otro, consumiendo alucinógenos, desprendiendo malos olores, con reacciones agresivas, a veces con temperamentos violentos; otros más pa
La gente acaba acostumbrándose a convivir con el mal, a soportar la explotación y el abuso, a tener mal trato.
La pobreza es indecente, indigna, indecorosa. Para una mayoría de la población vivir es el calvario de todos los días.
Enfermar es peligroso y poder salir de una enfermedad es un lujo que no todos pueden alcanzar. Estos serán algunos de los calvarios que iré desgranando de una manera generalizada.
A muchas personas se les ha endurecido tanto el corazón que casi han perdido la sensibilidad para obrar el bien y no tienen fuerzas para emprender un camino de vuelta a la verdadera libertad, al amor primero.
De nuevo las personas se quedan sin defensa, a la intemperie, sólo con lo puesto y con la tristeza de tener que emigrar a otra zona.
Adolescentes y jóvenes que a través de la violencia, el robo, el secuestro,…implantan la ley del miedo, de la inseguridad y del temor en la población.
La plaga de la corrupción crece imparablemente y llega incluso a formar parte de la cultura y hasta del cotidiano vivir del pueblo.
No todos tienen el privilegio de poder trabajar. Muchos lo hacen en condiciones injustas y deprimentes. El número de hombres y mujeres en desempleo es muy elevado.