Autor

Patricio García Barriuso cmf

HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR (Lc 1, 38)

HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR (Lc 1, 38)

Un esclavo es un hombre despreciable. Sólo si se es esclavo o esclava del Señor puede una persona ser honorable. Porque servir a Dios es reinar. Un esclavo del Señor es un adorador de Dios, un exacto cumplidor de su voluntad, uno que acepta una misión de parte del...

EL SEÑOR ESTA CONTIGO (Lc 1, 28)

EL SEÑOR ESTA CONTIGO (Lc 1, 28)

En la vida nos damos cuenta pronto de que necesitamos estar con alguien. Siempre, por otra parte, a nuestra vera hemos sentido la presencia de personas que han acompañado y cobijado nuestro corazón. ¿Cómo no recordar en estos momentos a nuestros padres, los hermanos,...

LA MADRE DE JESÚS (Hch. 1, 14)

LA MADRE DE JESÚS (Hch. 1, 14)

¿Quién era Ella para la primitiva comunidad de creyentes en Jesús? No podían llamarla María, pues en la comunidad existían muchas con este nombre: María de Cleofás, María de Santiago, María Magdalena. Se necesitaba un nombre que especificara mejor su identidad...

HACED LO QUE EL OS DIGA (Jn 2, 5)

HACED LO QUE EL OS DIGA (Jn 2, 5)

Es la última palabra de la Virgen -de las siete que el evangelio nos conserva-, la única que María dirige a los hombres. Hasta ahora sólo la habíamos oído hablar con el ángel, con Dios o con el Hijo. Esta palabra de ahora se la dijo a los humanos. Nos la dijo a...

MEDITABA EN SU CORAZÓN (Lc 2, 19)

MEDITABA EN SU CORAZÓN (Lc 2, 19)

No son las cosas que nos acaecen las que nos hacen sabios sino el lograr pasarlas todas por el corazón. En ese pozo hondo de nuestra interioridad reciben una gran luz y todas quedan iluminadas, se hace íntimo lo Transcendente, audible el gemido del Espíritu,...

SE ALEGRA MI ESPÍRITU (Lc 1, 47)

SE ALEGRA MI ESPÍRITU (Lc 1, 47)

La alegría sigue manteniendo su seducción de siempre y todo se reduce a acertar con ella, a elegir el camino y seguirlo. ¿No estará el hombre de hoy equivocando la ruta? No se la puede confundir con la diversión. Esta es algo exterior, estrepitoso y fugaz. En cambio,...

HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR (Lc 1, 38)

HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR (Lc 1, 38)

Un esclavo es un hombre despreciable. Sólo si se es esclavo o esclava del Señor puede una persona ser honorable. Porque servir a Dios es reinar. Un esclavo del Señor es un adorador de Dios, un exacto cumplidor de su voluntad, uno que acepta una misión de parte del...