Quiero redactar una reflexión que pueda ser útil a la hora de situarse ante el próximo tiempo de verano.

Quiero redactar una reflexión que pueda ser útil a la hora de situarse ante el próximo tiempo de verano.
En una cultura bastante emocional como la nuestra suena bien la palabra ternura.
Conozco muchos matrimonios que siguen escribiéndose cartas de amor a lo largo de su vida, se escriben una cada día.
En la relación matrimonial es habitual decir: “te quiero”.
Cada etapa de la vida tiene sus dones que aportar a la construcción del Reino de Dios.
Es el conjunto de expresiones religiosas características de un pueblo determinado.
Acaba de dejarnos un ya anciano teólogo asiático de Sri Lanka, misionero oblato de María, Tissa Balasuriya. Acaba de morir a los 89 años de edad, el pasado 17 de enero. Fue un teólogo inter-religioso, ecuménico, entusiasta del Vaticano II.
La relación entre la Iglesia. como comunión de vida, y el matrimonio, en cuanto relación amorosa de hombre mujer, es muy peculiar. La Iglesia se entiende a sí misma a través de la metáfora esponsal y maternal.
Todos reconocen que el género es una construcción social. Lo que implica ser de género masculino o femenino se ha construido culturalmente.
Hay miles y miles de parejas que son fieles toda la vida, que se enamoran, que se unen, que se acompañan, que se desafían, se perdonan, se reconcilian, que se cuidan y se reconocen, que hacen el amor y construyen la relación de amor.
En nuestros días se han modificado las expectativas con respecto a la vida misma, a lo que se pide y se espera de ella. Falta romanticismo y sobre pragmatismo.