En este soleado seis del mes de enero de la capital de España, a quien paseara por sus calles, le resultaba llamativo el gran número de familias que se movía por ellas; familias con niños y multitud de paquetes de regalos en las manos.

En este soleado seis del mes de enero de la capital de España, a quien paseara por sus calles, le resultaba llamativo el gran número de familias que se movía por ellas; familias con niños y multitud de paquetes de regalos en las manos.
Según las últimas estadísticas del INE el número de matrimonios sigue descendiendo en España, teniendo en cuenta sus diversas formas. Aumentan las separaciones, los divorcios.
El matrimonio es relación de amor apasionado y creativo para toda la vida entre un hombre y una mujer. Los matrimonios que viven este proyecto de vida son profetas en acción. Lo son porque les ha acontecido una revelación: la pasión del amor matrimonial en el cual se revela lo mejor de sí mismos y de Dios.
Es patente que se necesita desarrollar una propuesta cercana e inductiva del camino espiritual de los cónyuges. Tiene que ver con la biografía personal, con la biografía conyugal. La espiritualidad va pegada a la vida de cada uno.Se es espiritual en la forma de vivir la relación en la agenda de la vida cotidiana.
El amor matrimonial se configura en un proyecto de vida. Nace del encantamiento y la pasión que lleva al encuentro y conocimiento personal. La experiencia del encuentro saca de la soledad, singulariza a partir de la pandilla y de la familia. Cada uno llega a ser único para el otro. La vida personal, sin la compañía del otro, ha perdido interés. Es incomprensible.
No falta quien propone que suprimir el voto de castidad es la solución de los problemas de la Iglesia católica. Si no fuera por el voto de castidad la Iglesia sería muy atractiva. Se multiplicarían las vocaciones, se llenarían los templos, se acabarían las crisis de la fe y los escándalos.
En época de exaltación del individuo, de su libertad, entendida como independencia y desvinculación, bueno será reflexionar y meditar sobre la “mística del encuentro” y la cultura de la convivencia. Es una asignatura difícil de aprender. Sólo se aprende si se ejercita.
En este soleado seis del mes de enero de la capital de España, a quien paseara por sus calles, le resultaba llamativo el gran número de familias que se movía por ellas; familias con niños y multitud de paquetes de regalos en las manos.
Según las últimas estadísticas del INE el número de matrimonios sigue descendiendo en España, teniendo en cuenta sus diversas formas. Aumentan las separaciones, los divorcios.
El matrimonio es relación de amor apasionado y creativo para toda la vida entre un hombre y una mujer. Los matrimonios que viven este proyecto de vida son profetas en acción. Lo son porque les ha acontecido una revelación: la pasión del amor matrimonial en el cual se revela lo mejor de sí mismos y de Dios.
Es patente que se necesita desarrollar una propuesta cercana e inductiva del camino espiritual de los cónyuges. Tiene que ver con la biografía personal, con la biografía conyugal. La espiritualidad va pegada a la vida de cada uno.Se es espiritual en la forma de vivir la relación en la agenda de la vida cotidiana.