Cuando Pablo preguntó a los discípulos de Efeso si habían recibido el Espíritu al hacerse cristianos, ellos respondieron: «No, nunca hemos oído decir que exista un Espíritu Santo» (Hech 19,1). Nosotros sí que lo hemos oído. Pero ¿qué nos imaginamos?

Cuando Pablo preguntó a los discípulos de Efeso si habían recibido el Espíritu al hacerse cristianos, ellos respondieron: «No, nunca hemos oído decir que exista un Espíritu Santo» (Hech 19,1). Nosotros sí que lo hemos oído. Pero ¿qué nos imaginamos?
El Espíritu conduce al Cenáculo, a la Casa cerrada del Encuentro. Y allí estalla en mil lenguas de fuego para modelar y transfigurar una vieja comunidad.
Espíritu Santo, que me ungiste con tus dones el día de mi bautismo, no permitas que conviva con capacidades tan grandes, sin ser consciente de ellas y sin ejercitarlas; sería un desagradecido.
Presentación realizada por Asun Gutierrez para la fiesta de Pentecostés en base a un texto de Miguel Ángel Mesa.
Celebracion para Pentecostés. Nos reunimos como los discípulos en el cenáculo, como y con María, la madre, como y en la Iglesia, para prepararnos a recibir el gran don de Dios, a Dios que se hace Don, la "promesa del Padre".
El lema de este año «El Espíritu Santo y el sacerdocio» es una invitación a que, supliquemos el envío de su Espíritu que suscite, forme y santifique a los sacerdotes.
Cuando Pablo preguntó a los discípulos de Efeso si habían recibido el Espíritu al hacerse cristianos, ellos respondieron: «No, nunca hemos oído decir que exista un Espíritu Santo» (Hech 19,1). Nosotros sí que lo hemos oído. Pero ¿qué nos imaginamos?
El Espíritu conduce al Cenáculo, a la Casa cerrada del Encuentro. Y allí estalla en mil lenguas de fuego para modelar y transfigurar una vieja comunidad.
Espíritu Santo, que me ungiste con tus dones el día de mi bautismo, no permitas que conviva con capacidades tan grandes, sin ser consciente de ellas y sin ejercitarlas; sería un desagradecido.
Presentación realizada por Asun Gutierrez para la fiesta de Pentecostés en base a un texto de Miguel Ángel Mesa.
Celebracion para Pentecostés. Nos reunimos como los discípulos en el cenáculo, como y con María, la madre, como y en la Iglesia, para prepararnos a recibir el gran don de Dios, a Dios que se hace Don, la "promesa del Padre".