No se encontraron resultados
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.
Cuando matamos no lo hacemos con arma de fuego. Perpetramos el asesinato con pensamientos, sentimientos y palabras.
Lo que los evangelios y Jesús subrayan es su soledad moral, el hecho de que él se sentía solo, traicionado, humillado.
Para creer realmente que Dios nos ama incondicionalmente, primero tenemos que matar unos cuantos ‘cananeos’.
La imagen que tenemos de nosotros mismos es demasiado frágil como para permitirnos hacer nada realmente grande.
Para llegar propiamente a la Pascua, tiene que haber primero un tiempo de desierto, cenizas, tristeza y llanto.