En este contexto, se vuelve indispensable la maduración de instituciones internacionales más fuertes y eficazmente organizadas, con autoridades designadas equitativamente por acuerdo entre los gobiernos nacionales, y dotadas de poder para sancionar.

En este contexto, se vuelve indispensable la maduración de instituciones internacionales más fuertes y eficazmente organizadas, con autoridades designadas equitativamente por acuerdo entre los gobiernos nacionales, y dotadas de poder para sancionar.
En algunos lugares, se están desarrollando cooperativas para la explotación de energías renovables que permiten el autoabastecimiento local e incluso la venta de excedentes.
El drama del inmediatismo político, sostenido también por poblaciones consumistas, provoca la necesidad de producir crecimiento a corto plazo. Respondiendo a intereses electorales, los gobiernos no se exponen fácilmente a irritar a la población con medidas que puedan afectar al nivel de consumo o poner en riesgo inversiones extranjeras.
El reemplazo de la flora silvestre por áreas forestadas con árboles, que generalmente son monocultivos, tampoco suele ser objeto de un adecuado análisis. Porque puede afectar gravemente a una biodiversidad que no es albergada por las nuevas especies que se implantan.
Mencionemos, por ejemplo, esos pulmones del planeta repletos de biodiversidad que son la Amazonia y la cuenca fluvial del Congo, o los grandes acuíferos y los glaciares. No se ignora la importancia de esos lugares para la totalidad del planeta y para el futuro de la humanidad.
Los océanos no sólo contienen la mayor parte del agua del planeta, sino también la mayor parte de la vasta variedad de seres vivientes, muchos de ellos todavía desconocidos para nosotros y amenazados por diversas causas.
El libro del Deuteronomio pone en boca de Moisés el recuerdo de los valores que sostienen al pueblo en la nueva tierra, en la alianza. Nuestro caminar como cristianos se sostiene en la misma seguridad: la alianza.
«Hasta setenta veces siete» responde Jesús a Pedro. El perdón es el principio de la fraternidad. El gran principio transformador en nuestro mundo no es otro que ofrecer la posibilidad de vivir reconciliados.
Dice Jesús en el evangelio de hoy que «ningún profeta es aceptado en su pueblo». Y la historia y la vida nos dice tozudamente que así es. La propuesta de un mundo fraterno que pretende desencadenar Fratelli tutti tiene que romper su mayor dificultad que reside en los grupos y comunidades de vida que han recibido el don de la fraternidad.
Hoy celebramos la solemnidad de San José en medio de nuestro itinerario cuaresmal. El evangelio nos lo presenta con una sencillez desconcertante: «José, el esposo de María, de la cual nació Jesús».
El libro del Génesis nos hace pensar hoy en nuestros corazones heridos de envidia. Y lo escenifica gráficamente con los hermanos de José. Nos dice el texto que «lo vieron desde lejos y, antes de que se acercara, maquinaron su muerte».