Artículos en Nube de Testigos
Muchos hombres y mujeres nos han regalado la experiencia de su encuentro con Dios, y lo han hecho con la espontaneidad con que un amigo habla con su amigo.
por: Angel Sanz Arribas, cmf en
Nube de Testigos el
lunes, 14 de septiembre de 2009
“La alegría es amor. Da más quien da con alegría”
por: Angel Sanz Arribas, cmf en
Nube de Testigos el
lunes, 7 de septiembre de 2009
El mundo tiene tanta necesidad de santos geniales como una ciudad invadida por la peste tiene necesidad de médicos
“Necesitaremos algunos buenos alfilerazos para desinflar nuestra vanidad, nuestro 'yo', a fin de que, haciéndonos pequeños, podamos descubrir a Dios”
“Durante toda mi vida, la presencia de Dios
ha estado sobre mí, como algo feliz, algo salvador”.
Mi padre repetía continuamente en mi presencia: 'No hay Dios’, a los ocho o diez años era yo una atea consumada.
Tu vocación de contemplativa estaba en la calle, en el trabajo, en ese silencio que es posible descubrir en medio del ruido.
Toda una existencia de unión mística y de misión eclesial, cuando sólo Dios es capaz de llenar tu horizonte.
Algunas sentencias tuyas ya no te pertenecen, circulan anónimas por los libros y la gente las cita de memoria.
Tu vida fue una búsqueda, un reto, una provocación. Te llamaban 'radical piadosa' y 'anarquista cristiana'.
Pasado ya un tiempo desde tu muerte, tus reflexiones siguen teniendo la misma frescura que el primer día.
La mayor desgracia de este mundo no es que haya impíos, sino que nosotros seamos unos cristianos tan mediocres.
'Sólo hay un camino para identificarse con el pensamiento de Dios: la meditación diaria de la Biblia'
'Prefiero mil veces morir con Dios que vivir sin Dios, he vivido sin Dios; ahora me parece que estaba muerto'
Tú eras poeta. Poeta de raza. Siempre a tu aire, la verdad, incluso en la autocrítica nada complaciente.
Lo que importa es tu condición de buscadora de Dios a lo largo de toda tu existencia.
Te veo como un peregrino avanzando paso a paso hacia el encuentro del Dios vivo.
Lees, reflexionas, escribes. Te unes a quienes cultivan el sueño romántico de suplantar a Dios. Y topas con él.
'Quien se encuentra con Jesús cara a cara no tiene otra salida que ponerse a su servicio'.
Te describieron como «una casa enorme y muy cómoda, con grandes ventanas que dejaban entrar la luz del día».
Querido Mahatma, eras hindú a tu manera. Y también cristiano a tu manera.