
Haciendo el amor con lo divino
Yo siempre he enseñado que hay cuatro principios no negociables para el discipulado cristiano: la fidelidad moral en nuestras vidas privadas, un compromiso con la justicia social, cierta implicación en la comunidad cristiana y un corazón tierno y bondadoso. Hacemos el amor con lo divino al vivir estos valores en nuestras vidas.