Abriendo las Puertas del Infierno
por: Ron Rolheiser (Trad. Carmelo Astiz) en En el exilio el
Las puertas del infierno estaban cerradas y solamente Jesús podría abrirlas por medio de su muerte.
Como cristianos, creemos que llevamos la imagen de Dios en nosotros y esta es nuestra más profunda realidad. Hemos sido creados a imagen de Dios. Pero concebimos esta imagen de una forma demasiado ingenua, romantica y piadosa. Imaginamos que en algún lugar dentro de nosotros hay un bello icono de Dios estampado en nuestras almas. Puede ser, pero Dios, tal y como afirma la Escritura, es más que un icono. Dios es fuego -libre, infinito, inefable, incontenible.
(Ron Rolheiser, OMI)