Artículos en En el exilio

Como cristianos, creemos que llevamos la imagen de Dios en nosotros y esta es nuestra más profunda realidad. Hemos sido creados a imagen de Dios. Pero concebimos esta imagen de una forma demasiado ingenua, romantica y piadosa. Imaginamos que en algún lugar dentro de nosotros hay un bello icono de Dios estampado en nuestras almas. Puede ser, pero Dios, tal y como afirma la Escritura, es más que un icono. Dios es fuego -libre, infinito, inefable, incontenible.
(Ron Rolheiser, OMI)

Día de las Madres

Día de las Madres

por: Ron Rolheiser (Traducción Carmelo Astiz) en En el exilio el

Los antropólogos nos dicen que nuestras madres son nuestro enlace simbiótico a la vida. Tienen que informarnos que el universo nos quiere, que somos dignos de amor simplemente por lo que somos, que el amor no tiene que ganarse o merecerse.

Henry Nouwen - Regalo de Dios

Henry Nouwen - Regalo de Dios

por: Ron Rolheiser (Trad. Carmelo Astiz cmf) en En el exilio el

Henri Nowen -sacerdote y escritor holandés- fue tal vez el autor espiritual más popular del final del siglo XX y su popularidad perdura todavía hoy. Se han vendido en todo el mundo más de siete millones de sus libros y se han traducido a treinta lenguas.

Las Raíces del Perdón

Las Raíces del Perdón

por: Ron Rolheiser (Traduccion Carmelo Astíz, cmf) en En el exilio el

En una de sus primeras novelas, James Carroll ofrece esta conmovedora escena: Un joven está en la sala de partos observando cómo su esposa da a luz a su bebé. Es un parto difícil y ella está en peligro de muerte.

Amar a Nuestros Enemigos

Amar a Nuestros Enemigos

por: Ron Rolheiser (Traduccion Carmelo Astíz, cmf) en En el exilio el

Es difícil lograrlo; pero, al fin, es el reto definitivo, a saber, el reto de no odiar a los que se oponen a nosotros, no odiar a nuestros enemigos, seguir mostrando corazón amable y dispuesto al perdón...

Apologética contemporánea

Apologética contemporánea

por: Ron Rolheiser (Trad. Carmelo Astiz) en En el exilio el

Un buen apologeta tiene que convertir el pensamiento profundo en accesible, aunque sin empobrecerlo. Tiene que hacer simples las cosas sin ser simplista.

Siguiendo a Jesús – Según la Carta del Espíritu

Siguiendo a Jesús – Según la Carta del Espíritu

por: Ron Rolheiser (Trad. Carmelo Astiz) en En el exilio el

  rabajo yo y me muevo en el ámbito de círculos eclesiásticos y estoy descubriendo que la mayoría de la gente que encuentro ahí es honesta, comprometida y, por lo general, irradia su fe de modo positivo. La mayoría de los que van a la iglesia no son hipócritas. 

Como Noé, Construyendo un Arca

Como Noé, Construyendo un Arca

por: Ron Rolheiser en En el exilio el

¿Cuál es el significado de esta historia de Noé? ¿Hemos de creer realmente que en un determinado momento de la historia humana toda la tierra fue inundada por el agua ?

Atormentando al gato (esclavos de la adicción)

Atormentando al gato (esclavos de la adicción)

por: Ron Rolheiser en En el exilio el

Vivimos bajo constante presión, de fuera y de dentro, para ver y codiciar más, consumir más, comprar más y empaparnos más de la vida mundana. La presión para aumentar la dosis es constante e implacable. Pero aquí es precisamente donde se nos exige un ascetismo deliberado y reflexivo, tenaz e irrevocable.

El Ascetismo de la presión y del deber

El Ascetismo de la presión y del deber

por: Ron Rolheiser en En el exilio el

Jesús fue una vez al desierto, durante cuarenta días y cuarenta noches, sin llevar comida y alimentación, ayunó. Se sometió voluntariamente a un ascetismo concebido como una ayuda que le impulsara a lograr un nivel más profundo de comprensión, amor y madurez.

Niños bajo nuestro cuidado

Niños bajo nuestro cuidado

por: Ron Rolheiser en En el exilio el

Los hijos nunca son realmente tuyos, independientemente de que seas su madre natural, o su madre adoptiva o su maestra. Ellos tienen sus propias vidas, vidas que tú no posees en propiedad.

Mandamientos para Granjearse Amigos

Mandamientos para Granjearse Amigos

por: Roon Rolheiser en En el exilio el

Hace más de dos mil quinientos años, Moisés nos dio los Diez Mandamientos. Desde entonces los siglos no han podido ofrecernos, a pesar del movimiento cultural de la Ilustración, ni una sola razón para dudar de la validez e importancia de cualquiera de esos preceptos.