El Adviento es el tiempo del sobrecogimiento, porque el Señor se compadece de su pueblo.

El Adviento es el tiempo del sobrecogimiento, porque el Señor se compadece de su pueblo.
En este tiempo estamos llamados a abrir de par en par las puertas al Salvador.
El que viene tiene poder para restituir nuestros cuerpos tullidos, paralizados, atrofiados.
En la primera semana de Adviento se nos invita a despertar los cinco sentidos.
De nuevo son protagonistas el oído, la vista, el olfato y el tacto, y de manera especial el gusto.
La Palabra nos propone el mejor inicio del tiempo que culminará en Navidad.
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.