Descansa en paz y duerme ahora. Pon tu suerte en esas manos, no vacilarás. Que tu carne descanse serena hasta la alborada.

Descansa en paz y duerme ahora. Pon tu suerte en esas manos, no vacilarás. Que tu carne descanse serena hasta la alborada.
Ante este Cristo muerto quiero descubrir, vivir, celebrar y experimentar que Dios es amor, y que Él nos amó primero.
Cristo maravilloso, gracias por enseñamos a descubrir al hermano, a tender la mano, a presentar la otra mejilla, a compartir pan y hogar.
Déjame, Señor, estremecerme ante lo que eres. Permíteme, a pesar de los nubarrones que ensombrecen mi vida, permíteme arrodillarme y desahogar en ti mi corazón.
Corta con mi vida anterior, radicalmente, para que sea posible en mi el comienzo de una vida nueva. Ayúdame a poner entre lo anterior y lo que viene una muerte necesaria.
Tu cruz adoramos, Señor, y veneramos tu pasión gloriosa. Ten piedad de nosotros, tú que has muerto por nosotros.
La página solicitada no pudo encontrarse. Trate de perfeccionar su búsqueda o utilice la navegación para localizar la entrada.