Artículos en:

Tiempos fuertes

Retornos (IV Domingo de Cuaresma)

Retornos (IV Domingo de Cuaresma)

La Palabra nos invita, en la mitad del camino cuaresmal, a acrecentar la esperanza, porque es posible recuperar el santuario de nuestro corazón, de manera semejante a como aconteció en tiempos del exilio. “El Señor, el Dios de los cielos, me ha encargado que le edifique una casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él y suba!» (2 Cró 36, 22-23).

La justificación (III Sábado de Cuaresma)

La justificación (III Sábado de Cuaresma)

Es natural que deseemos adquirir el título por el que sentirnos justificados, como si eso se consiguiera por nuestros méritos y no por concesión de Dios, por su gracia. Pero debemos ser conscientes de la gratuidad, que no hemos merecido, que ha tenido el Creador con nosotros al darnos la vida y al redimirnos del pecado.

Tienen orejas y no oyen (III Jueves de Cuaresma)

Tienen orejas y no oyen (III Jueves de Cuaresma)

Impresiona la denuncia del profeta de quienes, habiendo sido testigos de tantos prodigios como el Señor hizo con ellos, desoyeron sus mandatos y tomaron el camino independiente de la voluntad divina. “Desde que salieron vuestros padres de Egipto hasta hoy les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero no me escucharon ni prestaron oído” (Jr 7, 25)

Los caminos del Señor (III Viernes de Cuaresma)

Los caminos del Señor (III Viernes de Cuaresma)

Sé que no hay senda más segura para llegar a alcanzar la felicidad posible en esta vida que seguir la voluntad de Dios, revelada en las Sagradas Escrituras y concentrada en sus mandamientos. “Rectos son los caminos del Señor: los justos andan por ellos” (Os 14, 10).

Humildad y humillación (III Martes de Cuaresma)

Humildad y humillación (III Martes de Cuaresma)

Los textos sagrados de este día nos permiten ver las dos caras de una moneda: por un lado la bondad de Dios, que siempre perdona y acoge la súplica humilde de quien está angustiado, y por el otro lado, el posible cinismo, actitud humillante, de quien, habiendo sido perdonado, no tiene entrañas de misericordia para quienes conviven con él, y malversa el don del perdón recibido.

Hacer memoria (III Miércoles de Cuaresma)

Hacer memoria (III Miércoles de Cuaresma)

Una de las claves para un buen discernimiento es recordar la propia historia, no solo los datos personales, sino los acontecimientos registrados en el interior como experiencias de gracia. Así, si se presenta una situación adversa, o un tanto dispersa, el recuerdo de lo que Dios ha hecho a lo largo de nuestra vida despierta, normalmente, el afecto hacia Él y el deseo de corresponderle.

Líneas de fuerza de la cuaresma cristiana

Líneas de fuerza de la cuaresma cristiana

El mundo de hoy necesita que nosotros vivamos con verdad la cuaresma cristiana, hasta dar un testimonio que tenga fuerza de ungüento para sus llagas modernas.

La encrucijada (Jueves de Ceniza)

La encrucijada (Jueves de Ceniza)

Uno de los momentos más importantes, y más difíciles al mismo tiempo, en el camino de la vida, como en cualquier viaje, es  cuando se elige la dirección que se debe tomar en un cruce. Y a nivel espiritual, a la hora de escoger una opción de vida.

Las tres llamadas cuaresmales

Las tres llamadas cuaresmales

Es tiempo de gracia, de conversión, de retornos, de higiene del alma y del corazón. Tiempo de acercarse a Dios, de relación fraterna, de crecimiento en la vida interior.

Actitudes de espíritu propias de la cuaresma cristiana

Actitudes de espíritu propias de la cuaresma cristiana

Vivir la cuaresma como entrada en la resurrección de Cristo, a través de la participación y asimilación de sus sufrimientos y su muerte, incluye una serie de actitudes de espíritu, entre las que cada comunidad y cada creyente debe discernir las que ha de encarnar sobre todo, según el estado de su fe

Estructura y espíritu de la cuaresma a través del tiempo

Estructura y espíritu de la cuaresma a través del tiempo

Hasta el siglo III la comunidad cristiana celebraba la pascua del Señor semanalmente, todos los domingos. Pero una vez al año se celebraba más solemnemente precedida de una breve preparación que consistía en el ayuno que se abría el viernes.

¡No hay eventos!