En muchas ocasiones, nuestros afanes chocan con el muro de lo imposible, y en esos casos, sentimos la frustración al constatar nuestros límites y la falta de fuerzas para resolver los obstáculos que se nos presentan en la vida.
En muchas ocasiones, nuestros afanes chocan con el muro de lo imposible, y en esos casos, sentimos la frustración al constatar nuestros límites y la falta de fuerzas para resolver los obstáculos que se nos presentan en la vida.
La esperanza puede ser una actitud positiva en quienes son optimistas por temperamento o porque en la vida han tenido suerte y todo les va bien. Pero esta esperanza, aunque ayuda, no es la virtud teologal que espera contra toda esperanza.
La sociedad se rige por las relaciones interpersonales. Los afectos y desafectos, como las empatías, están en el origen de muchas historias particulares y políticas. La amistad es un don precioso, y la experiencia de la relación amiga, un tesoro. Pero aún hay mayor don, cuando lo que se recibe es amor sin causa que lo provoque.
Alguien escribió hace unos años una preciosa parábola sobre” las estaciones del espíritu”… Ya podéis suponer que se refería al abrigo que proporciona a cada creyente cada una de las estaciones del año: la primavera, el verano, el otoño y el invierno.
Cuanto más nos introducimos en la revelación divina, más nos sorprendemos de la paradoja evangélica. El Todopoderoso se manifiesta en la pequeñez, en debilidad. Se enamora de los pequeños, de los pobres, de los humildes, de los sencillos de corazón. Ama a los pecadores, acoge a los extranjeros, bendice a los desheredados de este mundo; se muestra a quienes no desconfían.
Si hay un saludo adecuado para este tiempo de Adviento y Navidad es precisamente el que se basa en lo que hoy nos dicen el profeta y el salmista: “La justicia y la paz se besan”. “Dios anuncia la paz”. “Él es el artífice de la paz”. Los ángeles canta con motivo del nacimiento de Jesús: “Gloria a Dios en el cielo, y paz a los hombres que Dios ama”.
No hay tiempo que perder, los acontecimientos se precipitan. La Palabra del Señor nos dice cómo convertir la muerte en vida, los llantos en cantares, la tristeza en gozo. Es la paradoja del Evangelio: “Os aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
A medida que avanzamos en el tiempo de Cuaresma, nos aproximamos a la celebración de los acontecimientos de la Pasión y muerte del Señor, fechas para tener aún más sensibilidad hacia quienes sufren y padecen injustamente por diversos motivos.
El viernes es día consagrado especialmente a contemplar la Pasión de Cristo. Las lecturas escogidas por la Iglesia para hoy centran su mensaje en la persecución del hombre justo…
Hoy la liturgia interrumpe su aspecto penitencial, para rendir homenaje a quien Dios escogió como custodio y protector de su familia, al patriarca san José.
Quizá tú también, como el pueblo de Israel en tiempos del exilio, tengas la sensación de que Dios te ha olvidado, o que no responde a tus súplicas. Si es así, escucha la palabra del profeta y da fe a lo que te dice Dios, que se muestra con una solicitud inimaginable: “Sión decía: "Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado."