En el camino de la Cuaresma, nos encontramos con san José. Como en Navidad, discretamente, pero con una presencia decisiva: ser el defensor del niño Jesús. Al
lado de María, intentando siempre cumplir la voluntad de Dios cada día.

En el camino de la Cuaresma, nos encontramos con san José. Como en Navidad, discretamente, pero con una presencia decisiva: ser el defensor del niño Jesús. Al
lado de María, intentando siempre cumplir la voluntad de Dios cada día.
Dos formas de entender la vida. Desde luego, en principio sabemos la que está bien y la que está peor. No hay que creerse que eres alguien, porque más dura será la caída, cuando falles. Y a mí me parece que éste puede ser el pecado de la gente de Misa.
No sé si el escriba comprendió lo que Jesús le acababa de decir. Imaginamos que, al hacer la pregunta, tenía un interés real. Otras veces nos dicen que querían tender
una trampa a Jesús. En esta ocasión, no.
Seguramente muchas veces hemos oído o usado la expresión de que el que no está conmigo está contra mí. Sobre todo, a los evangelizadores y catequistas nos afecta
especialmente. Pero también a todos los cristianos.
Estamos acostumbrados a elegir entre muchas variantes. En los restaurantes, en las tiendas, en internet hay muchas posibilidades de elegir. Todo a nuestro gusto. Nos adaptamos, e incluso con nuestra fe podemos hacer lo mismo.
Seguramente, san Pedro pensaba que siete veces era ya mucho. Porque ya vale. Te ofenden y te ofenden y te vuelven a ofender, y a perdonar. Casi nada. Jesús
le abre los ojos a Pedro, recordándole con Quién se las está viendo.
Al inicio del Adviento, la fiesta del apóstol San Andrés nos posibilita plantear este tiempo como tiempo propicio para difundir el mensaje del Evangelio, que no es principalmente una serie de verdades y preceptos, sino la persona de Jesucristo.
No retrases tu incorporación al grupo inmenso de los que esperan al Mesías. Ten la seguridad de que Él puede entrar en tu casa en cualquier momento, si tú le dejas.
Esta noche no la podemos dormir:’nos visitará el sol que nace de lo alto…’
Que la fidelidad brote de nuestro corazón, como obsequio a la santidad de Dios que nos visita.
“Mirad, yo envío mi mensajero para que prepare el camino ante mí”