Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
El amor puede crecer aturdido entre dos personas, exactamente como puede crecer en toda una cultura. Y eso ha ocurrido en nuestra cultura, al menos a una gran parte. El entusiasmo que una vez guió nuestros ojos ha cedido a un cierto aturdimiento y resignación. Ya no nos situamos ante la vida con mucha lozanía.
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
Existen cuatro clases distintas de oración cristiana: oración personificada, oración mística, oración afectiva y oración sacerdotal. ¿En qué consisten? ¿Qué les diferencia entre sí?
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.
En gran parte del mundo secularizado, vivimos en un ambiente algo antieclesial y anticlerical. Hoy día está muy de moda fustigar a las iglesias, sea católica romana, protestante o evangélica. Con frecuencia, esto se hace pasando por ser de mentalidad abierta e ilustrada, y resulta el único prejuicio que es confirmado intelectualmente.
Casi todos nosotros estamos familiarizados con la historia de Zorba el griego, sea por el famoso libro de Nikos Kazantzakis o bien por la película. Bueno, Zorba no fue un personaje de ficción. Fue una persona real, Alexis Zorba, quien tenía una personalidad y energía más grandes que la vida; y, cuando murió, le resultó muy difícil a Kazantzakis aceptar su muerte, incrédulo de que tales energía, vigor y color fueran mortales.
"Puedes asumir con seguridad que has creado a Dios a tu propia imagen cuando sucede que Dios odia a la misma gente a la que tú odias”. (Anne Lamott). Esas son palabras dignas de ser contempladas en todos puntos de la vertiente política y religiosa de hoy. Vivimos en un tiempo de amarga división. Desde las oficinas de nuestro gobierno hasta las mesas de nuestra cocina hay tensiones y divisiones sobre política, religión y versiones de la verdad que parecen irreparables.
Hoy día, la pregunta normal en los círculos espirituales no es “¿cuál es tu iglesia o tu religión?”, sino “¿cuál es tu práctica?” ¿Cuál es tu práctica? ¿Cuál es tu particular práctica de oración explícita? ¿Es cristiana? ¿Budista? ¿Islámica? ¿Secular? ¿Haces meditación? ¿Haces oración Centrante? ¿Practicas Mindfulness? ¿Durante cuánto tiempo haces esto cada día?
Resulta curioso cómo Dios deshace invariablemente los recipientes de nuestras expectativas. Nosotros tenemos cierta idea de cómo Dios debería actuar, y Dios acaba actuando de un modo que frustra todas esas expectativas; y, aun así, cumple nuestras expectativas más profundamente. Eso es ciertamente la verdad de lo que sucedió en Belén en la primera Navidad.
Cualquier cosa que no te mata te hace más fuerte. Ese es un axioma piadoso que no siempre se cumple. A veces, llega el mal momento y no aprendemos nada. Esperamos que este mal momento actual, el Covid-19, nos enseñará algo y nos hará más fuertes.